El cura que criticaba la abstinencia de carne

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0745n

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Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Ya te digo que yo cuando | Les daba catecismo a los niños, les preparaba pa la primera comunión y todo. Y es más, el sacerdote que estaba allí, que nos explicaba a nosotros lo que teníamos que decirles, recuerdo que llegué un viernes de Cuaresma y tenía un salchichón colgado allí. Medio salchichón, ¿no? Y le digo: —Arturo, ¿no comerá usted de esto?—. Y me dice: —¿Por qué no? Hoy es un día igual que ayer—. Me quedé así. Claro, que un cura te diga eso cuando a ti te están diciendo que guardes los cuarenta días de ayuno… Y entonces me explicó. Dice: —Mira, os voy a explicar—. Las otras señoras que iban conmigo. —Os voy a explicar lo que es el, lo que es el, el comer carne o no comer carne—. Dice: —En la Antigüedad, no había dinero pa comprar carne, porque la carne valía mucho más cara que el pescao—. Dice: —Hoy en día, no, pero entonces, sí—. Dice: —Entonces, cuando se decía que se paraba para que pudieras comer carne, no era para que pudieras comer carne, lo que pasa que el rico o las personas que tenían más dinero, daban un donativo a la Iglesia para que los pobres | la Iglesia lo repartiera y el pobre pudiese comprar pescao, que era lo más barato que había—. Y nos puso el ejemplo, dice: —Yo | mira, yo el viernes pasao fui a Castellón—. Eso fue en la [¿?] Dice: —Fui a Castellón—. Dice: —Y mi cuñada me hizo un arroz con sepia y gambas y todo—. Dice: —Que le costaría, estoy hablando de las pesetas, ¿eh? Que le costaría, pues, dos mil pesetas le costaría to el pescao que, que le echó al arroz—. Tenían una casa de muebles, vendían muebles y estaban | Dice: —Si mi cuñada hubiera cogido, hubiera comprao un pollo y hubiese hecho un arroz con pollo—. Dice: —De doscientas pesetas que le hubiese comprao el pollo a dos mil pesetas, mira si hay diferencia—. Entonces, te están diciendo ellos que lo que están diciendo es mentira. Entonces | Y nos dijo más. Nos dijo: —Mira, yo, si queréis, os voy a dar un cursillo de la vida de Jesucristo—. Dice: —Pero también os digo que ha habido personas que, después de hacer el cursillo de la vida de Jesucristo, se han salío de la religión—. De lo que Je-, lo que Jesucristo vi- | la realidad de lo que vivió. Por eso te he dicho que yo me fui mucho por leerme la Biblia y todas esas cosas. Entonces, es lo que ha dicho mi primo. Esa gente que viene aquí tan “¡ay! ¡Ay!”. Que va con los cinco eurillos o con esto, ¡me cago en la puñeta! Yo sé que esa gente tiene mil veces más pecados que yo.