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Notas
Aclaraciones léxicas:
an ca: 'en casa'.
Bibliografía
Otras versiones de "Hija defensora de su honra"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Carmen García, ella sola la muerte se ha dado
en un triste calabozo, que su alma (y) a Dios ha entregado.
Pero la madre an ca* el caballero fue:
—Caballero, caballero, esta noche a mi casa va usted;
caballero, caballero, a las diez puede usted ir,
y si m’ hija no quiere entregarse (y) en mis brazos tendrá que morir—.
El caballero a las diez se presentó
y cerrando su madre la puerta estas son las palabras que habló:
—Anda, hija mía, anda, anda, entrégate a él,
que nos da mucho dinero, eso nadie lo puede saber—.
Pero la joven más hermosa y más bella que el sol,
a su madre sin tardanza dieciséis puñaladas le dio.
El caballero al ver eso, al suelo cayó privao:
—No me mates, por Dios, blanca niña; no me mates, por Dios, blanca flor,
mira que tengo tres hijos, inocentes de mi corazón.
No me mates, por Dios, blanca niña; no me mates, por Dios, blanca flor.
—Oh, señor juez, a mi madre la muerte le he dado,
a ese infame que quiso gozarme, a ese infame también se la he dado.
Yo como joven, usted como juez primero,
usted dirá si la honra es vendida por algún dinero—.
Hasta el mismo juez lloraba: —Y mire usted ya, blanca flor,
que por ser una madre [¿bondarda?], una hija la muerte les dio—.
Carmen García, ella sola la muerte se ha dado
en un triste calabozo, que su alma (y) a Dios ha entregado.