Carmelilla y el torero

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0749r

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Notas

En esta versión, se repite el verso 12.

Bibliografía

Otras versiones de "Carmelilla y el torero"

Alcalá Ortiz (2006: p. 112); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 73); Atero Burgos (2003: n.º 309); Pimentel García (2020: n.º 593). 

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Carmelilla, una niña en Triana,     más bonita y más bella que el sol;
el chavea que le anda rondando     se muere de pena y también de amor.
Yo le dije: —Carmelilla mía,     a torero me voy a meter
para tenerte mejor que a la reina,     niña cariñosa—, le decía él.
—Yo no te quiero torero,     que te quiero como eres;
a mí no me brind’el oro     ni el querer de los quereres,
porque te quiero a ti solo—.     (……………………….)
Toreando una tarde en Sevilla,     bajó el toro y le dio una corná;
dende entonces el pobre chavea     se ha quedado inútil para torear.
Despreciado de todas las mujeres,     de su Carmelilla también se acordó
y de rodillas le pide llorando:     —Quiéreme, Carmela, quiéreme, por Dios.
—Aunque no soy de tu rango,     hoy me vienes a buscar—.
Que de rodillas llorando     (……………………….)
la plaza parecía una ascua de oro,     porque aquella tarde torea el chaval
y es tanta la fama que dejó en Sevilla,     que acudió a la fiesta por verle torear.

Resumen de "Carmelilla y el torero"

Carmelilla es novia de un muchacho que decide hacerse torero. Cuando consigue fama, se olvida de ella, quien sin embargo lo sigue amando fielmente. La muchacha le pide a la Virgen que lo aparte de las mujeres que solo lo quieren por el dinero, y que vuelva con ella. Un día, lo coge el toro en la plaza y queda inútil para torear, siendo despreciado por todas las mujeres. Entonces, vuelve a Carmelilla para implorarle su amor, a lo que ella accede sin resentimiento.