Vesícula de cerdo para las heridas

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0754n

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Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Agradecemos la valiosa ayuda ofrecida por Mari Fe García Torrecillas.

Transcripción

Mi abuela tenía un | la costumbre de guardar la vesícula del hígado de cerdo entera. La guardaba entera. La sacaba y | Que no se rompiera. Ella tenía muchísimo cuidao de no romperla. Tenía un tarro de cristal con aguardiente seco, vaciaba la vesícula dentro del tarro de cristal y lo mezclaba. Y con eso, nos curaba tos las heridas. Nos hacíamos un arañazo, nos pinchábamos con la horca | Estábamos sacando estiércol de, de la zahúrda del cerdo, del corral, porque había que sacar el, el estiércol para echárselo a los olivos. Y entonces sí, había veces que te pinchabas con la horca, que eso es peligroso. Una horca de hierro es peligroso. Pues te dabas con eso y no se te infectaba. Ni tenías que ponerte la inyección del tétanos ni te pasaba nada. Con eso nos curaba a tos los nietos toas las heridas.