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GM: Hoy es 28 de junio de 2019 y estamos en casa de don Luis para seguir contando historias y leyendas, como la de la Sauceda, ¿verdad?
Don Luis: Bueno había una señora, más bien un señor que era muy celoso, me platicaba don Teodoro que efectivamente la mujer de él era muy…, era muy bonita, pos’ recién casaos taba joven de a tiro, y esta quería venirse a trabajar acá a Guanajuato; dicen que se fue a trabajar aquí al lao de la presa. Con permiso o sin permiso, pero la señora se vino a trabajar, y el hombre pos’ era bien celoso, demasiado celoso, dicen que la hacía unos… Cuando se venía pos’ le hacía nuditos ¿eh? con sus bellitos ¿veda? le hacía nuditos, pero él recuerda… el marido recordaba que nada más le hacía un nudito, calculando que quedara en mero en medio ¿eh? Para que hiciera sus necesidades la mujer. Pos’ resulta que cuando llegaba a su casa la mujer, muchas de las veces como platicaba don Teodoro, pos’ era amiga de don Teodoro, incluso me tocó la suerte de conocerla, pero ya señora grande, y ya gordita, así un poquito gordita.
Dijo: —Mira, esa es la que te platicaba yo —dice—, que, que le amarraba su marido los pelitos así mira.
Entonces llegaba con un nudito, entonces resulta que cuando llegaba a la casa, pos’ ella misma se los amarraba, se lo amarraba, no porque… los primeros días no porque lo taba haciendo tonto sino que se le soltaba, y para que el marido estuviera contento pos’ se amarraba uno, un nudito, y el hombre estaba creyendo en la crencia pos que todo taba bien, que la cosa estaba bien, y tuvo viniendo, tuvo viniendo, pero la cosa es que después empezaron a aumentar los nuditos ¿entiendes? El marido sabía que nomás le echaba uno, y taba conforme, de que no de que no de que no la hacía tonta, pero llegó un buen día de cuando ya menos apareció, ya la mujer apareció con dos nuditos, y dijo el hombre:
―Pos’ es raro, si yo nomás te eché un nudito ―dice― ¿Por qué traes dos nuditos aquí?
―No, no, no es que tu juites el me lo echates, que no te acuerdes es otra cosa.
Entonces dispués siguió la cosa. Cuando si ya se descubrió que sí la mujer lo taba haciendo tonto jue cuando ya eran tres nuditos. Se puso tres nuditos ¿eh? Ya cuando el marido se dio cuenta que dijo:
―No, pero ¿cómo puede ser? ―dijo―: no, pos uno me lo echas tú ―dijo―, y otro me lo echa…
Pos tenía… tenía dos amantes la mujer. Tenía uno onde trabajaba y tenía otro en el camino, porque se iba, se iban a pie hasta hasta allá hasta la Sauceda, así es que te imaginas, la mujer te imaginas que la mujer, que la mujer…. Por eso dice la mujercita que jala, que hay que dejarla trabajar, sí,… pero cuando una mujer tan joven tan bonita pos’ hay que cuidar lo más que se pueda porque la tentación ¿veda?
Eso es lo que sabía de esa mujer, muy cortita la plática
GM: ¿recuerda cómo se llamaba esa mujer?
Don Luis: No recuerdo cómo se llamaba, mira, le decían… él me lo decía, pero no, no, no su nombre ¿cómo le decían? La changuita, la changuita o la chachita pero… o la quitita por ahí, pero exactamente no recuerdo orita, tantos años, no me acuerdo de esta mujer.