Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0782r
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
En esta versión, se repiten todos los segundos hemistiquios, excepto los de los versos 7, 10, 13, 15, 27, 29, 31, 33, 35 y 37.
La informante indica que aprendió estas canciones “porque, cuando yo era chica, mi madre se iba al campo, y si me dejaba una peseta para comprar comida, venía un tío de coplas y yo compraba las coplas, y no compraba la comida. Y así nos lo pasábamos. Y mi madre, que iba al campo, me llevaba a las quinterías con ella, y yo aprendía los cantares".
Bibliografía
IGRH: 0195
Otras versiones de "Lux aeterna"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Una niña se ha muerto de mal de amores;
ha tenido la culpa Juan y Dolores.
El día de su santo le regaló
un corte de vestido de gran valor.
A otro día de mañana fue a pasear
y Juan no la miraba (………………..)
y no tenía ganas de hablar.
—Dime, Juan, qué te pasa, que estás tan triste;
si es que ya no me quieres, pues me lo dices.
—Pues no te quiero, que quiero a otra,
que mis ojos han visto que es más hermosa—.
A otro día de mañana (………………..)
cayó malita la pobre Adela;
todas sus amiguitas iban a verla.
Ella les dice con mucho agrado:
—¿Habéis visto a mi Juan por algún lado?
—Piensa en ponerte buena, que te lo digo;
los amores de Juan los has perdido,
(………………..) porque tu Juan
con la miga Dolores se va a casar—.
A otro día de mañana Juan se levanta;
le pregunta a su hermana por quién doblaban.
(………………..) —Jesús, qué pena,
que acaba de expirar la pobre Adela—.
A otro día de mañana pasó el entierro;
Juan que estaba en la puerta se metió dentro.
Cogió el retrato y lo besaba;
delante del retrato allí lloraba:
—Adela mía, preciosa mía,
yo nunca me pensé (………………..)
que tú de amores te morirías—.
A otro día de mañana (………………..)
fue al cementerio, llorando a gritos;
salió el sepolturero muy atrevido:
—Márchate, Juan, deja a la muerta,
que los restos de Adela son pa la tierra—.
Sacó un revólver, se disparó;
delante de la tumba allí murió.