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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que aprendió estas canciones “porque, cuando yo era chica, mi madre se iba al campo, y si me dejaba una peseta para comprar comida, venía un tío de coplas y yo compraba las coplas, y no compraba la comida. Y así nos lo pasábamos. Y mi madre, que iba al campo, me llevaba a las quinterías con ella, y yo aprendía los cantares".
Bibliografía
IGRH: 5059
Otras versiones de "El padre ambicioso"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Un señor que trabajaba en el muelle de Sevilla
tenía una hija muy bella, como la mis maravilla.
Un día que fue a llevarle a su padre la comida,
se enamoró el caballero, al verla tan guapa y linda.
—¿Es su hija, don José? —le dice en estas palabras—.
Tienes una hija bella, tienes una hija guapa.
De buena gana, José, con tu hija me casaba;
ni a ti ni a tu bella hija no sos faltaría nada.
—Tiene novio, gran señor, y lo tiene en el servicio;
obrero, trabajador y lo quiere con delirio.
—Pues le dices a tu hija que lo que tiene que hacer
es casarse con un hombre que tenga para comer.
—Me retiro, gran señor, y a mi hija se lo diré,
y con lo que ella me diga la contestación daré.
Hija mía de mi alma, la dicha te traigo a casa,
que te ha salido una suerte, que has de ser afortunada.
¿Has visto aquel caballero que conmigo platicaba?
Se ha enamorado de ti, al verte tan linda y guapa.
—¿Cómo quiere usted que olvide a un hombre que tanto quiero?
Eso es una miserable, olvidar por el dinero.
¡Ay, si mi madre viviera, esto no me pasaría!
Ser casada sin querer, a mí no me obligaría.
—Pues si tu madre viviera, lo mismo tenías que hacerlo;
y al no hacer lo que yo mando, os mataría al momento—.
Viendo que esto iba en serio y la boda se acercaba,
coge tintero y papel y ha escrito una carta:
“Sabrás, amigo Manuel, que el escribirte esta carta,
repásala bien despacio, verás, en breves palabras,
quiere mi padre casarme con un rico millonario;
ven a salvarme, si puedes, y o te encuentras licenciado”.
Ya la visten, ya la calzan y a la iglesia la llevaron;
vestido, no había otro; zapato, en oro bordado.
Mientras la boda en la iglesia, Manuel al pueblo llegó;
se encontró con un amigo y el asunto le contó
Al revolver una esquina, con la boda se encontró
y la pobre de su novia a su cuello se abrazó.
—Me la llevo porque es mía y porque me da la gana;
(………………………….) (…………………………)
si alguien quiere decir algo, pronto me juego la vida—.
(………………………….) (…………………………)
Se la ha llevado a su casa, estos dos vivieron felices,
y don José de coraje se arrancaba las narices.