Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante indica que aprendió estas canciones “porque, cuando yo era chica, mi madre se iba al campo, y si me dejaba una peseta para comprar comida, venía un tío de coplas y yo compraba las coplas, y no compraba la comida. Y así nos lo pasábamos. Y mi madre, que iba al campo, me llevaba a las quinterías con ella, y yo aprendía los cantares".
Bibliografía
IGRH: 0000
Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 170-171; música p. 205; procedencia y peculiaridades p. 217).
Otras versiones de "El golfillo del tranvía"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Era un chaval muy alegre, que se ve todos los días
en la calle Barcelona enganchado en los trenvías.
Todos los días se iba, enganchado en el trenvía,
a las afueras del pueblo, a una fábrica que había.
En la fábrica, un jardín; en el jardín, una verja,
y por dentro una muchacha más linda que las estrellas.
Apenas vio al golfillo con su carita de risa,
todos los días le guardaba las sobras de la comida.
—Dios te lo pague, ángel bello —el golfillo le decía—;
no te viera en un apuro, que yo mi vida daría—.
No se pasan muchos meses ni tampoco muchos días,
un incendio [¿auró?] en la fábrica se lía.
Cuando todos se creían que la niña estaba muerta,
vieron salir al golfillo que sacaba un lío a cuestas.
Ha desoltado el bultillo y vieron con gran sorpresa
que la chica estaba sana: ha cumplido su promesa.