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Se cuenta que los que viajan al poblado de Tapalpa, Jalisco, considerado atractivo turístico por su topografía montañesa rodeada de bosques, pueden encontrarse con el cerrito de Talcozagua, un lugar en el que se piensa que el Diablo se manifiesta con la figura de un hombre montando un caballo. La entrevistada es profesora de nivel básico en el poblado de Tepec, en el vecino municipio de Amacueca, la cual es depositaria de los rumores populares del poblado, uno en el que debido a la venta de productos como la nuez y la pitahaya existe una gran movilidad de mercaderes que suelen relatar sucesos extraños que ven o escuchan que forman parte del folclor de esta región mexicana.
(Nota de Víctor Manuel Bañuelos Aquino)
Transcripción
Soy Ana María Velazco Rodríguez, soy educadora durante cuarenta y ocho años de mi vida, he vivido muchas experiencias, pero algo muy significativo fue la ida a un lugar llamado Talcozagua a donde fuimos a recoger piñitas para adornar el arbolito de Navidad. Es un lugar, en donde menciona mucha gente que ha aparecido el Demonio, nosotros no vimos nada de eso, bendito sea Dios, pero nos tocó una experiencia dura: estábamos recogiendo las piñitas cuando un viento frío, muy frío, empezó a azotarnos y enseguida, empezamos a sentir una vibra muy fuerte, un viento cargado de malas vibraciones.
Tuvimos miedo y empezamos a caminar y caminar, pero el ruido, el eco, el viento, se llevaba el sonido, el sonido a donde íbamos. Miriam, se puso mala mi hija, se le taparon los oídos, y estaba ya atardeciendo, ya atardecía, y mientras más nos alejábamos el sonido nos iba siguiendo. Nosotros asociamos ese sonido, primero, a los cables de la luz, pero vimos que no había; después lo asociamos, al… al viento, que en ese momento hacía un sonido muy diferente porque era un sonido que te daba miedo, que te estremecía.
Duramos un largo rato esperando un camión que nos trajera aquí al poblado [estaban en Talcozagua, Tapalpa, y tenían que regresar a Tepec]… nada. Por la gracia de Dios había un compañero ahí, de la escuela, que él mismo nos cuestionó: “¿Qué andan haciendo aquí a esta hora? Esta es una zona peligrosa en todos los aspectos”, y él fue el que nos trajo.
Pues dicen que este [Talcozagua] es un lugar donde el Diablo está muy, pero muy, pero muy aposentado ahí en una roca, que le gusta el lugar, y hay un lugar, es un lugar de frecuentes accidentes, ahí son frecuentes los accidentes. Es una línea recta, que no tiene que haber accidentes, pero hay frecuentemente, ahí tú verás sí subes muchas cruces porque hay muchos accidentes. El lugar de por sí te estremece, al bajar simplemente, sientes un viento muy diferente al que es usual, es un viento que… que atrae miedo, porque has de cuenta que el viento atrae otro sonido, un sonido que te espanta… pero ese viene del viento, porque, aunque hasta las rocas están cubriendo pues que el viento no te dé con fuerza ahí te llega. Las mismas ramitas de los pinos tiemblan con ese viento.
No sé por qué no lo han encontrado ese lugar muchas personas, pero la verdad… este espanta, asusta, te hace cuestionarte si hay otra dimensión o qué pasa, el viento surge en el momento cuando tú no esperas y te lastima hasta los oídos. No sé si tú nunca has subido ahí cerca de esas rocas… pero es un sitio donde se siente… malas vibras, se sienten malas vibras.