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En el poblado de Tepec, en el municipio de Amacueca, Jalisco, existe la leyenda de un toro negro que asusta a los transeúntes al atardecer. En esta grabación, José Figueroa de 92 años, oriundo de la zona y considerado como un narrador del pueblo, nos compartió una experiencia propia en la que comenta haber visto a esta suerte de manifestación demoniaca.
(Nota de Víctor Manuel Bañuelos Aquino)
Transcripción
Fue en la tarde, no era noche, fue en la tarde, y ya venía yo con mi…, mandado aquí [hace señal como si cargara algo cerca del pecho], dado vueltas en papel, y lo traía aquí, y ahí vengo caminando pues, al paso, porque no podía correr, y ya de un de repente… me alcé a ver y voy viendo ese animal… un… un buey, pero grande, como de aquí a donde está la parte esa [señala con las manos el espacio que abarca desde donde estamos hasta un muro alejado a algunos metros de nosotros], y ancho, que abarcaba todo el, todo el camino, y con unos cuernos de aquí a aquí [simula con los brazos extendidos el tamaño aproximado de la cornamenta]… y luego los ojos así, como un tizón en cada lado… rojo.
Y pues de momento, al verlo así, pues me atacó. Querer… pues ya no pude hablar ni nada, nomás… nomás quería pues pronunciar… alguna cosa o… para defenderme, pues nomás estaba pujando: um, um, y le hacía la lucha y le quería pasar, y me aventaba una cornada, y entonces yo me sacaba y le daba vuelta por el otro lado, y así me llevaba. Pero, pero no, no me… que digamos, que me hubiera hecho mal en el cuerpo no… pues sí trató y todo eso, pero la… miedo no me llegó, nada, y entonces este… cuando ya iba pues caminó un buen rato toreándolo: yo quería pasar, pero él no dejaba, y entonces en una de esas ya pude, ya nomás dije: “Ave María Purísima sin pecado te han concebido”, y en un agujerito así de una cerca [hace la forma de un pequeño agujero con sus dedos], como una sombra, así se metió por ahí todo y se fue…, desapareció… Son espíritus diabólicos… Se fue por ahí entre las piedras de la cerca… como que lo iban jalando pues […].
Pues fíjese, te voy a decir una cosa. Yo les platiqué y me dijeron que no, que era, que eran mentiras, que porque había personas de experiencia que caminaban por caminos de aquí a Atapalpa a llevar frutita, todo eso, a vender.