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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
El informante cecea.
Transcripción
Yo recuerdo cómo en Belén hay una monja, llamada | se llama la madre Benigna. Y es curioso porque en los libros pone que al descubrirse el cadáver, ella huele en santidad. Oler en santidad es un olor a rosa..., a… | muy agradable. Y ella huele a eso. Es curioso, pero es así. Es verdad. Y esta madre Benigna muere, y después de muchos años, en el conve-, en el convento hay una cripta abajo, que es la de ellas. Luego está la de lo fi-, la de los..., la gente del pueblo, que es la que cae a calle fresca, que es donde se entierra to el mundo, pero la de ellas está aparte de del pue-, de la gente de Antequera, del pueblo normal. Y... para meter a otra monja que había muerto, sacan a la madre Benigna, que había muerto hace un montón de tiempo. Que por cierto, dicen que est-, muere y después de siete días, sigue sudando. O sea, que ella muere en olor de santidad, que es lo que dicen que se mantiene el sudor de…, se mantiene la vida intern-, no se sabe por qué, pero es así. Una de las monjas, me contaba como ella, a Pepe Pelayo, portero de Belén, le pide que por favor le rasgue el hábito y le corte un trocito pa tenerlo de reliquia. Pepe va y rasga el hábito y rompe la navaja de lo duro que estaba. Sin embargo, consigue traer un trocito. Esta monja, que quiso tener esta reliquia de la madre Benigna de, de Belén. Yo he visto, yo la he visto. No duerme durante un montón de tiempo y no se siente lo más mínimo cansada. Mientras ella cae que Pepe le había dao aquel trocito. Saca el trocito, lo deposita en una maceta en el pasillo, fuera de las celdas y ella pudo perfectamente de volver a dormir y llevar su vida normal.
Y ella está ahí en Belén. Está... | Si es cierto que es curioso que está sentá. La tienen en… | Porque la, la cripta, el huesario que le llaman, que es donde van depositando los huesos de las monjas ya más antiguas pa ir metiendo las que van falleciendo a posteriori, y está allí en un rinconcito en el huesario, que la hemos visto, vamos. Son cosas curiosas. Ni más verdad ni más mentira que hasta uno quiera creer.