La joven madre abandonada + Muerte de la novia

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0824r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante indica que el romance lleva por título En la edad de quince años.

En esta versión, se repiten los primeros hemistiquios de los versos pares. Al repetirlos, se observan algunas variantes: v. 14a: “lo mismito que decía”; v. 16a: “y hasta”.

La informante neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final.

Bibliografía

IGRH: 0000

Versión publicada en Anaya Fernández y Anaya Flores (1999: pp. 129-130; música p. 196; procedencia y peculiaridades p. 214).

Otras versiones de "La joven madre abandonada"

Alcalá Ortiz (2003: pp. 1071-1072); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 13); Atero Burgos (2003: n.º 173); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 162-163); Manzano Alonso (2003: pp. 491-492, 692); Pimentel García (2020: n.º 575); Tejerizo Robles (2007: n.º 431, 432); Trapero (2000a: n.º 152, 160); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 161).

Contaminaciones y engarces

La joven madre abandonada + La madre soltera (CLO, 0205r, 1267r; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 179.2; Moreno Moreno, 2016: n.º 148; Romero López, 1995: n.º 27); La joven madre abandonada + Manolo mío (CLO, 0135r); La joven madre abandonada + Muerte de la novia (CLO, 0824r).

Otras versiones de "Muerte de la novia"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 16); Atero Burgos (2003: n.º 181); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 35); Manzano Alonso (2003: pp. 469- 472); Moreno Moreno (2016: n.º 153, 154); De Mur Bernad (2015: n.º 137); Pimentel García (2020: n.º 138); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 58); Tejerizo Robles (2007: n.º 399); Trapero (2000a: n.º 165); Trapero (2003: n.º 83); Vázquez León (1993: n.º 3).

Contaminaciones y engarces

El quintado + Aparición de la enamorada muerta + Muerte de la novia (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 28); La joven madre abandonada + Muerte de la novia (CLO, 0824r; SIPCA[1]); La novia de Pedro Carreño + Muerte de la novia (CLO, 1542r).

 

[1] Existen dos versiones que presentan estos engarces y que pueden consultarse a través de los siguientes enlaces: versión de Lécera; versión de Moyuela.

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

—De la edad de quince años,     granuja, te conocí;
me pediste relaciones     y yo te dije que sí.
Fuistes a hablar con mis padres     y te dijeron que no;
y yo, como te quería,     de mis padres me burló.
En un campo solitario,     granuja, me deshonrastes,
y para mayor dolor     te fuistes y me dejastes.
Me deshonrastes a mí     y a todita mi familia,
y para mayor dolor     me dejastes una niña.
Hasta que lo conseguistes,     varias caricias me hacías,
y ahora pasas por mi vera     y a la cara no me miras.
Retírate de mi vera,     que estoy tísica y enferma,
y si me muero esta noche     hasta la ropa me queman—.
Trascurrieron quince días,     la enfermita ya murió;
lo mismo que ella decía,     lo mismo que le ocurrió.
Caminito de Toledo,     ya la llevan a enterrar;
hasta el mismo cementerio     la he llevado a acompañar.
Mira si sería guapa,     que hasta el mismo enterraor
tiró la pala y el pico,     sacó el pañuelo y lloró.
—Ya no quiero más mujeres,     se me ha ido la ilusión,
que el retrato de mi novia     lo llevo en el corazón.

Resumen de "La joven madre abandonada"

Una muchacha se escapa con su pretendiente en contra de la voluntad de sus padres. Él la goza y la abandona, dejándola encinta. Dependiendo de la versión, ingresa en un convento, maldice al amante por no hacerse cargo de su hijo o muere de amor.

Resumen de "Muerte de la novia"

Un muchacho se encuentra realizando el servicio militar cuando recibe una carta en la que se le informa de que su novia ha fallecido. Se marcha a su ciudad, que en la mayoría de las ocasiones es Toledo, para asistir al entierro. En algunas versiones, el joven entra en el aposento de la finada y esta le pide que la acompañe durante el cortejo fúnebre; en otras, el muchacho oye su voz mientras pasea por la calle. Una vez en el cementerio, arroja un pañuelo sobre la boca o el rostro de la amada con el fin de evitar que la tierra lo desfigure. El enterrador se niega a sepultar a una muchacha tan bella y el novio promete que no volverá a amar a ninguna otra mujer.