Una anécdota que te voy a contar era que también fue por el campo un fotógrafo, y mi madre ǀ el fotógrafo me parece a mí que se llevó huevos… Ya ves tú, mi madre no nos daba los huevos a mí y se los vendió al fotógrafo, pa que nos hiciera una foto. Y…, y, claro, po ella no… Es que la pobre no tenía de na. Las bragas nos la hacía ella; mi hermana era tres años mayor, y entonces, le quitó las bragas a mi hermana pa’cerme a mí la foto; y me llegaban las bragas a la rodilla. Y me llegaban las bragas a la rodilla. Y me llegaban las bragas a la rodilla. Estoy en lo alto una piedra con las bragas que me llegan a la rodilla.

Y otra anécdota es… Una ǀ la mesa que teníamos era una piedra redonda de estas de molino. Y… y mi hermano, mi hermano el que es dos años mayor que yo ǀ Este era mu tragón… y ya ves tú, mi madre nos, nos puso un huevo pasao por agua pa los cinco. Entonces, la capita, la clarita de arriba, pa uno, pa otro, pa otro… Y ahora llega mi hermano y dice “Javié, suerbe un poquito” y hizo “sssrrp” y se tragó to’l huevo.
Nos quedemos sin cenar otra vez. Porque en mi casa la cena era o manzanilla migá con pan duro o… o café de este de cebada, de cebada tostada. Esa era las cenas nuestras, y una vez que íbamos a cenarnos un huevo, coge y se lo tragó mi hermano.