Cantemos el nacimiento

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0845c

Anotaciones musicales

Comentario musicológico

Más que narración, este villancico es una descripción con cierta altura teológica de la estampa del Nacimiento. Musicalmente se organiza como los romances. Se basa en una melodía tonal en modo mayor que se desenvuelve en el ámbito de una octava y que comienza y termina por la tónica.
Su estructura es la más simple:
A  B  C  D
a  b   c  d
Cuatro incisos rítmicamente regulares que dibujan un perfil que puede considerarse ajustado al tipo I de la clasificación de ETZION & WEICH-SHAHAK (1988).
Los cuatro incisos tienen un comienzo tético y un final femenino. La melodía comienza con una escala ascendente.
El estilo de esta melodía es narrativo melódico.

(Comentario de Luis Moreno Moreno)

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Transcripción

Cantemos el nacimiento     que la cristiandad celebra,
y en al cabo te digamos:     "¡Viva la Sagrada Reina!"
Esta Reina soberana     ha parido un Infante tierno.
Solo nos lo hizo Dios     y ha de temblar el infierno.
El infierno estremecido     está en gran cobardía
porque dice que ha nacido     el Redentor de la vía.
El Redentor ha nacido     en Belén, en un portal,
y a celebrarlo venimos     la grandeza celestial.
Y esta celestial grandeza     ha de ser a fines gloriosos;
canten a la Virgen Pura,     celebren al niño hermoso.
Y al niño hermoso celebran     los pastores de aquel valle;
con humilde reverencia     vamos todos a adorarle.
Y a adorarle vamos todos   con alegría y contento,
y en Él al cabo, celebramos   santísimo sagramento.
Santísimo sagramento   que estáis entre vedrieras,
unos dicen que estáis dentro,  yo digo que dentro y fuera.
Un compañero nos falta;   no está aquí, que está en Belén,
entre disgustos  metido   por ver el niño nacer.
Entra, compañero, entra;   nos darás el parabién,
nos dirás cómo has estado   en el Portal de Belén.  
Y en el Portal de Belén,   hay estrellas, sol y luna,  
la Virgen y San José,    y el niño que está en la cuna.
Y a las doce de la noche,   ha nacido el redentor
de la mar y de la tierra,   de las Indias y el Japón.