El pantionero

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Mire, voy a platicar de una. Vamos a cambiar, son mitos y leyendas, vamos a platicar de un pantionero. Para ser pantionero no se necesita valor sino de tener uno… Esto ya es de familia, esto es de familia, como decía él, dice, este hombre se llamaba Rutilo, ya viejito el hombre este, entos’ él decía que nadien, nadien quería ese tipo de trabajo porque toda la noche tenían que vivir allí, tenían ‘onde vivir, ‘onde quedarse y todo eso, y es…, él me platicaba la historia de…, poco, pero la historia de sus agüelos, que sus agüelos… que sus agüelos platicaban, por parte de su abuelita, también tenían una historia, cada uno de ellos tenía una historia diferente, hasta la propia de él, entos’ decía que su esposa que era su abuelita de él, que le decía a su esposo, cuando ya salía en la mañana, porque dicen que los espíritus se ven solamente de noche, y cosa, cosa… y es increíble que la mujer los veía de día, que le decía:

—Bueno viejo, o esposo mío decíatú cuidas a, a | allá a las ánimas del pulga- a las animas del panteón, pero ellas te vienen cuidando a ti.

Decía: —Ah… si les digo que se queden allá pa que vengan a descansar…

Dijo: —Entos’ si los miras.

—No, no los miro, pero los oigo.

Y la señora tenía ese don que sí los miraba. Cuando ya llegaban a su casa, a su casa a comer, a descansar el hombre, que les decía, que le decía la señora:

Dice: —Ya váyanse a descansar dice—, él nomás se va a echar un sueñito y al ratito ya les cae por allá, ándenle, ya retírense, váyanse a descansar dijoándenle.  Es una parte de un, de un agüelo, pero resulta que un tío de ellos, porque esto era entre familia, nadien quería el trabajo ese, solamente ellos, decía que de eso se acordó de chiquito, dice:

—Mira a mí ya taba viejito el señor, dijomira a mí, mis nietos me traen de comer, de cenar, y si a veces no me encuentran aquí les digo: “miran hijos, voy a dejar el portón abierto dijono ‘ta cerrao con candao, lo voy a dejar abierto dijopara cuando me traigan de cenar dijosi quieren me dejan ahí la cenita, ya saben dónde dice. Nietos chicos todavía, dijo “pero como estamos acostumbraos a vivir con ellos aquí, con todos los dijuntitos, así de esa edad me van hasta allá al panteón de abajo a buscarme, allá por allá me van gritando: "¿Agüelito, onde anda?” “Acá ando hijo, por acá” dijo “van perdiendo el miedo” dijo “van adaptándose a todo eso”.

Dice “a veces allá nos sentamos a platicar”: “Ándele, agüelito, vamos que se le va a enfriar la cena” dice “déjame primero despedirme de todos aquí, mis, mis… son mis amigos”. Pero dice que algo en especial, dice que había un chamaco, se cree que el chamaco tenía entre trece y catorce años, entos’ dice que le gritaba, el chamaco le gritaba a él, que le gritaba, pero al tío, porque Rutilo tenía su historia aparte, entos’ que le gritaba el chamaco, le gritaba, que no lo dejara sólo, y que no lo dejara sólo, entos’ este le decía:

—No…, mira, descansa, aquí es para venir a descansar dijo—. Tú perteneces al mundo de los muertos y yo al mundo de los vivos dijo—, tú descansa, descansa. No, que decía que no lo dejara sólo, y que no lo dejara sólo, y este, se hicieron tan amigos que el pantionero llegaba, porque decía que su obligación era llegar a la administración y ver cuántos, cuántos nuevos inquilinos tenía en el panteón, y eran los primeritos que iba a visitar, a saludalos, ¿eh?, cortésmente los saludaba a todos sus feligreses que iban llegando, ¿eh?, entos’ dice que así pasó, pasó el tiempo, cuando dice que entos’ ya tuvo comunicación directa, directa con el muchacho, primero ya que le decía “no me dejes sólo, no me dejes sólo”, y él sabía que era él porque lo oyía  allí junto de él, ahí se sentaba a platicar con él, pero nunca tuvieron un contacto, más que era lo único que decía: “no me dejes sólo”, pero dice que dispues,  a través del tiempo fue tanta la confianza que le agarró el tío al muchacho este, al dijuntito, que le confesó cuál era la razón porqué gritaba, por qué lloraba, y que le decía:

—A ver, dime, ¿cuál es la razón que no estás agusto aquí? dicetú perteneces a la vida de los muertos, y debes adaptarte aquí, dice¿cuál es el problema?

Dijo: —No… dijo—, es que aquí no me quieren dijo, no me quiere nadien aquí, todos aquí, dice, yo ya recorrí todo dijo—, voy pa’ allá y no que quieren, no me quieren dice—. Por eso el único amigo que tengo eres tú.

Entos’ dice que le dijo él: Dame una razón, una razón si puedo ayudarte yo.

Jue cuando le dijo el…. que oyó la voz, claramente pero ya directamente contestándole lo que le preguntaba él, contestándole lo que él decía: “A ver, dime”, y jue cuando dice que el chamaco le decía, decía:

—Mira dijo tú eres mi amigo.

—Sí.

—Ayúdame dijo yo no soy bautizao, yo no ‘toy bautizao dijo y es la razón que por eso me rechazan, que yo o pertenezco a este mundo, precisamente aquí dijo.

Dice: ¿Y cómo le hacemos entonces? el tío del, del…, que era el pantionero sabía de antemano que era un delito abrir la gaveta ¿eh? La gaveta para ver qué que hacía.