La Virgen y el soldado de Burriana

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0876r

Informantes

Notas

La informante asegura que aprendió este romance del tío Basilio, un ciego que iba cantando coplas de pueblo en pueblo.

Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00003 13).

Título indicado en las anotaciones de campo: "El cabecilla y el soldado".

Muchos de los temas de esta entrevista fueron también transcritos en el Catálogo Folclórico de la provincia de Valladolid.

Con respecto a las canciones, la informante declara que se solía reunir en Rueda con otros músicos para cantar jotas, sirviéndose de panderetas, guitarras, bandurrias y violines, mientras que un grupo de chicas bailaba. Ella solía cantar y tocar la pandereta.

Bibliografía

Otras versiones de "La Virgen y el soldado de Burriana"

Díaz (2007: F.39); Esteve Faubel (1998: pp. 1140-1142); Hernández Fernández (2010: n.º 58); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 261); De Mur Bernad (2015: n.º 226-228); Pimentel García (2020: n.º 519); Rico Beltrán (2009: n.º 99); Suárez López (2009: n.º 247).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En la ciudad de Berbillo,     provincia de Castellón,
nació un hombre muy travieso     y de grande corazón.
Se marchó a buscar su vida,     que sin tener qué comer,
abandonó a su familia,     quedó encinta a su mujer.
Esta mujer dio a luz     un niño muy inteligente.
Le tocó la suerte, fue     a Cuba como valiente. [Com.]
Un día, fue destinado     a llevar a un armamento;
él vio sus compañeros     para su destacamiento.
Cuando llenando agua estaban,     llegaron los insurrectos
y, al ver los pocos que había,     hicieron fuego al momento.
El que no murió luchando,     lo cogieron prisionero,
y allí dijo el cabecilla:     —¡Vais a morir al momento!—.
Al oír estas palabras,     dice un soldado valiente:
—¡Adiós patria de mi vida,     ya no vuelvo (y) a Murriana!—.
El cabecilla insurrecto     se fijó en estas palabras:
—¿Por qué mienta usted a Murriana?     —Porque allí tengo a mi madre—.
Siguieron en sus palabras     acerca de su linaje
y esto vino a resultar     que el cabecilla era el padre.
Se dieron dos mil abrazos     y estas palabras decía:
—Si fueras al mismo barrio     y vieras a mi mujer,
la das mi último adiós,     que yo jamás la veré.
 
 
[Com.: A la guerra de Cuba.]

Resumen de "La Virgen y el soldado de Burriana"

Un individuo parte a Cuba para buscarse la vida, dejando a su mujer encinta en España. Cuando el hijo de ambos crece, es destinado como soldado a la Guerra de Cuba. El muchacho, devoto de la Virgen del Carmen, lleva siempre consigo una estampa o un escapulario con su imagen. Cierto día en que los muchachos de su escuadrón salen a buscar agua, son atacados por el enemigo cubano. En pleno tiroteo, el joven devoto pide ayuda a la Virgen y se despide de su tierra, Burriana. El cabecilla del escuadrón enemigo ordena el alto al fuego. Le pregunta al joven por sus datos y descubre que se trata de su propio hijo. El padre le propone que permanezca a su lado, pero el muchacho se niega porque no quiere ser un mal patriota. Entonces, el cabecilla insurrecto le entrega una cantidad de dinero y libera a todos los soldados españoles. Todos  vuelven a España relatando el milagro de la Virgen del Carmen.