Los cigarrones de oro

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 0905r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante asegura que la aprendió de su madre. Esta composición se solía cantar, pero, debido a problemas de garganta, María prefiere recitarla.

Bibliografía

IGRH: 0000

Otras versiones de "Los cigarrones de oro"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 74); Alcalá Ortiz (2003: n.º 4040); Atero Burgos (2003: n.º 320); Checa Beltrán (2005: n.º 54); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 54); Moreno Moreno (2016: n.º 209); Pimentel García (2020: n.º 910).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

La Virgen de las Mercedes,     la patrona de Alcalá,
le pido me dé su gracia     para poderme explicar
de este gran milagro     que ha hecho con amor
de esta gran señora     con un labrador.
Un día del mes de junio,     este mes iba mediado,
estaban los labradores     contentos con su sembrado
de ver que aquel año     Dios había querío
que todas las siembras     hubieran crecío.
Y un día, salía el sol,     vieron el sol se tapó
y era un nublo de cigarrones     que a los sembrados cayó.
Y los labradores decían:     —¡Ay, Dios mío!
¡Virgen de las Mercedes,     ampáranos, madre mía!
Ahora, si tú quieres     estos bichos retirar,
tres cigarrones de oro     seguro te he de comprar—.
En aquel momento,     el sol se tapaba,
y eran los cigarrones,     que todos se marchaban.
Bajó el labrador     y dio vuelta a su sembrado,
viendo que los cigarrones     no lo habían tocao.
En aquel momento,     lleno de alegría,
se marchó a Granada     a la platería.
Compró sus tres cigarrones,     se vino a Consolación,
y se los puso a la Virgen     y le dijo con amor:
—Toma, madre mía,     lo que te ganastes,
que te doy las gracias     que lo remediastes—.
Se vino a su casa     y lo contó en su pueblo.
Le dijo a su hijo     que no lo olvidara,
que aquella gran Señora,     que no tiene iguala,
que a su santa gloria     nos ha de llevar.

Resumen de "Los cigarrones de oro"

Unos labradores descubren con estupefacción que el sol se nubla. Se trata de una gran plaga de cigarrones que acude a comerse el sembrado. Un labrador desesperado pide a la Virgen de las Mercedes que retire la plaga, prometiéndole a cambio unos cigarrones de oro. La Virgen obra el milagro y el campesino acude a Alcalá la Real, municipio del que esta virgen es patrona, para llevarle la ofrenda.