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Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante asegura que aprendió la canción de su tía cuando ella era niña.
Bibliografía
IGRH: 0000
Otras versiones de "Rosita la cigarrera"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
En el jardín del relleno, debajo de una palmera,
estaba tomando el sol Rosita la Primavera.
Timoteo el barrendero, que al otro lado se hallaba,
se ha aproximado a la joven por ver si la conquistaba.
—Rosita la Primavera, yo no me hallo sin ti.
Si no estas enamorada, enamórate de mí—.
Y Rosita le contesta, con la sonrisa en los labios:
—No pienso en echarme novio hasta cumplir veinte años.
Y, si un caso me lo echara, no ha de ser un barrendero,
que ha de ser más columbiano, porque si no, no lo quiero.
—Tú quieres un marqués, Rosita, y tú muy alta te vas.
Eres de cabeza loca, no sé si te casarás.
Ese jardín que tú tienes ha de tener muchos nombres;
a veces suele llamarse la perdición de los hombres.
—La perdición para ti, que sabes que no te quiero,
que en un jardín tan bonito no se recrea un barrendero—.
Y, por verse tan soberbia, Rosita la Primavera
ha cumplido treinta años y no ha habido quien la quiera.
No tiene padre ni madre, ni cariño ni dinero;
gritando a todas las horas: —¡Quién pillara a un barrendero!—.
Muchachas que me escucháis esta copla verdadera,
no dejáis de querer a aquel amor que os quiera,
porque sus vaya a pasar lo que a Rosita la Primavera.