Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
0945r
Categoría:
Colección:
Archivo oral de la provincia de Jaén
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante sesea en ocasiones.
Bibliografía
Fuentes primarias
Atero Burgos (2003: n.º 159); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 237).
Otras versiones de "La novia de Pedro Carreño"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
En la ciudad de Valencia un matrimonio vivía,
eran ricos y hacendosos y una hija que tenían.
María tenía novio, llamado Pedro Carreño
y era a quien María amaba porque era un chico muy bueno.
A los padres de María, nunca Pedro le hizo gracia,
y han tratado de casarla con un sobrino de casa.
Pasa un día, pasan dos, pasan tres y pasan cuatro
y, a la semana siguiente, han invitado a la gente.
María fue a confesar; después, se vistió de gala
y, al ver a su primo entrar, cayó al suelo desmayada.
Cayó al sueño desmayada y, cuando volvió por sí,
le ha dicho a toda la gente: —Voy un momento al jardín,
voy un momento al jardín—. Y allí se ha dado la muerte.
Viendo que María tarda, todos al jardín bajaron,
encontrándola en el pozo; todos de pena lloraron.
Su primo, que estaba allí, lloraba como un chiquillo
de ver que había sío el culpable de tan tremendo asesino.
Pedro Carreño, su novio, le ha mandado hacer la caja
con la tapa de cristal, toda de flores labrada.
Pedro Carreño, su novio, iba agarrado a la cinta
por ser el último día que acompañaba a María.
Y, al llegar al cementerio, la soltaron en el suelo:
—(Y) aquí te dejo mi vida, aquí te dejo mi cielo—.
Padres, que tengáis hijas, buenas mozas y gallardas,
no casarlas a disgusto, porque mira lo que pasa.