En la estación de Alicante

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1023r

Informantes

Recopiladores

Notas

La informante le da el título de Romance del soldado de Almadén.

Aclaraciones léxicas:

diez: en el archivo sonoro, dies.

Bibliografía

IGRH: 5012

Otras versiones de "En la estación de Alicante"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3904); Alcalá Ortiz (2006: pp. 58-60); Alguacil González (2012: pp. 60-61); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 55); Atero Burgos (2003: n.º 273); Benítez Sánchez (2000: p. 255); Checa Beltrán (2005: n.º 44); Díaz (2007: F.26); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 91-93); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: pp. 163-164); Manzano Alonso (2003: 507-509); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 248); Moreno Moreno (2016: n.º 190-193); Pimentel García (2020: n.º 615); Tejerizo Robles (2007: n.º 425); Trapero (2000a: n.º 193); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 182).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Pongan atención, señores,     que le vamos a explicar
el caso de una señora     y un cumplido militar.
En la estación de Alicante     a un tren subió un militar
en un coche de segunda,     que para su pueblo va.
Al ir a tomar asiento,     el joven quedó mirando
(y) una señora muy guapa     que llevaba un niño en brazos.
La señora le pregunta:     ―¿De dónde es el militar?
―Soy de Almadén del Azogue,     provincia Ciudad Real―.
La señora le pregunta:     ―¿Es que va usted con permiso?―.
El militar le contesta:     ―No, señora, voy cumplido―.
La señora le decía,     le dice con mucha gracia:
―¿Me quiere coger el niño     mientras bajo a beber agua?―.
Se pasaron cuatro estaciones,     la señora no volvió;
el militar con el niño:     ―Ahora, ¿qué voy a hacer yo?―.
Se queda mirando al niño,     dice: ―No viene tu madre―.
Ve que en la mano derecha     lleva colgada una llave.
Le coge la llave al niño,     coge y abren la maleta;
envuelto en unos papeles     traía diez* mil pesetas.
En los papeles decía:     “Procuren cuidar al niño
y, si no tiene dinero,     lo publica en el diario”.
Ya ha llegado a la estación,     donde todos lo esperaban;
al verlo con aquel niño,     la madre le preguntaba.
La novia se le aproxima,     diciéndole estas palabras:
―Este niño ¿de quién es?     Tú me tienes engañada―.
Desde la estación al pueblo     le contó lo que pasaba:
cómo le dieron al niño     y el dinero que llevaba.
Prepararon para la boda,     de seguida se casaron
y se llevaron al niño,     con biberón lo criaron.
Cuando tuvo quince años,     lo meten en un taller
porque aprendiera chófer,     que eran los deseos de él.
Cuando tuvo dieciocho años     y se fue a Barcelona,
y se colocó de chófer     en ca una noble señora.
Ya llevaba varios días,     ya llevaba varios meses,
hasta que un día la señora     le ha llamado a su despacho:
―Perdona mi atrevimiento     y escucha cómo te hablo:
si tú te casas conmigo,     como yo no tengo a nadie,
todito mi capital     para ti y para tus padres.
―Y acepto a su petición.     Tengo que pagarle a mis padres lo que han hecho por mí;
que cuando yo pequeñito     me entregaron a un militar―.
La madre, al oír eso,     desmayada al suelo cayó:
―Ven acá, hijo querido.     (……………………)
¡Cómo has venido a mis brazos,     hijo de mi corazón!
Eso lo hice por no descubrir mi honra.     (……………………)

Resumen de "En la estación de Alicante"

Una señora muy guapa que lleva a un niño en brazos comparte vagón con un militar que regresa a casa. Esta le pide que coja a la criatura en brazos mientras baja a beber agua. Pasado un tiempo, el militar sospecha que la madre no va a volver, así que decide revisar una maleta que hay al lado del niño. La abre y descubre que contiene diez mil pesetas y una carta en la que se ruega que críen al niño. Su novia y él deciden adoptarlo. Cuando crece, se marcha a servir como chófer a una casa importante. La señora le propone matrimonio, prometiéndole todo su capital. Él acepta y, cuando ella le pide las señas, descubre que es su hijo y le explica que lo abandonó para no manchar la honra de su familia.