Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante dice “endendaduras” en lugar de “hendiduras”, “prosupuesto” por “presupuesto” y “masar” por “amasar”.
Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00023 01).
Transcripción
[Recopilador:] Los andones esos de cuando hacían el pan… Sí, yo, yo he visto aquí algo con que lo hacían.
[Patrocinio:] Hacía a mano todo eso y se hacía redondo y... ¡Ah! Se hacen bolas, se hacían bolas y después, claro, eso la | le dabas la bola abajo, a | y era este movimiento, y nada más hacías, ibas haciendo así, así, y ya, pues se te quedaba el pan redondito y le dabas la vuelta, los ibas colocando ahí en los estraos y después, y al meterlo al horno, les picabas con un cuchillo en medio después le hacías las endendaduras y ya está. Cuatro endendaduras, otros los hacíamos cruzaos haciendo cuadritos. Y después, al salir del horno, sí, cuando salía caliente, teníamos un…, con un cepillo y una cosa con agua bien caliente cociendo y le dabas así el brillo y quedaba un brillo muy bueno. Bueno, pa Valladolid de aquí llevaban pan. Todos los domingos venía la gente, le daban para ellos, porque decían de nosotros que era un pan muy rico.
[Recopilador:] ¿Y esto tenía algún nombre en particular?
[Patrocinio:] Esto es el torno. Y después, había, que no sé si andará por áhi, esto pa rallar la artesa, que era la ralladera. Esto para | se fraguaba la, la masa de… No, los panes, después, los colocábamos allí nosotros en ese otro que está boca abajo. Esto cuando estaba en masa.
[Recopilador:] ¿Y en el sello tenía alguna señal, algún agujero o…?
[Patrocinio:] No, no, no, unas laborcitas, unas laborcitas. Tengo que buscarlo, porque tienen que andar por algún cajón que se habrá... O sea, que…
[Recopilador:] ¿Quién hizo ese sello, un carpintero?
[Patrocinio:] Sí, un carpintero que era pariente nuestro. Sí. Lo hacían | Yo, en eso sí que me di cuenta, que hacían las letras del revés. Al espetar el pan. De eso sí que me di cuenta, que… tenían las letras del revés y, después, al ponerlo encima del pan…
[Recopilador:] ¿Y aquí llamaban "yudar" también al pan o no?
[Patrocinio:] ¿Yudar? Yeldar. Yeldar. Ya está el yeldo o… a ver si se yelda el pan. Yeldar. Esa sí es una costumbre.
[Recopilador:] Sí, y en cada sitio se dice de una forma.
[Patrocinio:] Y después, cuando el tiempo está bien, que cada | al final de la guerra, la posguerra, que teníamos que ceazar, pues todavía tengo los ceazos de mi suegra. Que estábamos | teníamos unas varillas, que venía entonces el harina integral, y nada, cuando se ¿moría de estraperlo? Porque no quedaban bastantes pa… Y poníamos las varillas en la artesa y todavía cerníamos. O sea, cernábamos. Unos dicen cernir y otros cernar. O sea, que…
[Recopilador:] Y lo del cernidero ese que decían era porque esta- | se hacía… se cernía, ¿no?
[Patrocinio:] Sí, claro, allí se cernía. Eso es el cernidero. En lugar de decir cuarto de horno, pues el cernidero. Y era porque era donde se cernía. O sea, que nosotros también, aunque como somos muy viejos, nos ha tocao vivir de todo en la vida. Y aquí no es que nosotros, viniera de familia ni de nada, no es más que, claro, nos casamos como se casaba la gente antes, sin… sin nada, de nada, de nada. Y mi marido dijo, dice: —Yo creo que trabajando pa otros, ya va bien, que no comen las hijas—. Y dice: —Vamos a… a ponernos a esto—. Y nos pusimos. No es que hiciéramos nada para decir, na más que trabajar mucho. Pero bueno, se evitó de servir él, de trabajar pa otro, y de que las hijas fueran también a trabajar por ahí. Y… fue una iniciativa de mi marido, o sea, que no… Nosotros no habíamos sido panaderos, no era de tradición ni nada. No es más que pasé… hombre, de aquellos tiempos, no es porque sea mi marido, pero bien. Entonces no teníamos…
[Recopilador:] Y entonces la casa esta la comprar y ya estaba el horno aquí, porque…
[Patrocinio:] Esta la compramos vieja. No. Esto está de esta manera porque nosotros, cuando compramos esta casa, era alquilada, la casa. Y esto era lo que era la cuadra. Y nosotros no nos gastamos aquí una perra porque la casa no era nuestra. Después ya, la compramos la casa. Y ya dijimos, pues a mecanizar la panadería un poco y a… | Tuvimos hasta cuatro mil y pico ladrillos, ya tuvimos ahí pa mecanizar esto. Habían venido de… de Sa-, de Sabadell, de una casa de hornos, cuando derri- | cambiarlo todo. Entonces nos costaba trescientas mil pesetas en mecanizarlo, pero fíjese qué, qué horror de, de como entonces se vivía y eso. Y dice mi marido | ya las chicas estaban estudiando y dice mi marido, dice: —Bueno, con trescientas mil pesetas y una docena de gallinas, vivimos tú y yo el, tú y yo el día de mañana, y sobre que la panadería no va a ser pa nadie—. Claro, ¡qué equivocao! Pues sí, sí, sí. Porque ni hubiéramos trabajao tanto y esto hubiera estao decente. Pero como no queríamos que las… chicas ninguna quedar-, le quedara la panadería, mi marido dice: —Con trescientas mil pesetas y una docena de gallinas vivimos tú y yo el día, el día de mañana—. Y claro, trescientas mil pesetas se gastan ahora en un soplo. Pues, pero entonces, yo le digo | fue por eso que no se calentó esto ni se hizo nada. Y, y siguió así, siguió así. Y ha estao esto | Lo que se dice una cuadra. Era una cuadra donde estaba el ganao. Así que está como está por eso. Porque no mecanizamos nada, porque lo primero, que cuando lo dijimos esto, la casa no era nuestra, era alquilada. Después ya, la compramos y ya fue cuando pensamos arreglarlo y tenerlo en condiciones. Pero después, ya le digo, habían venido de Sabadell, ¡bueno! Estaban representantes aquí todos los días, nos habían dao prosupuesto…
[Recopilador:] ¿Y el horno, el horno quién lo hizo?
[Patrocinio:] Un albañil de aquí que no era nada inteligente tampoco. Ahora ya lo ha arreglao Manuel, pero ahí, esa, esa capa de eso que ves ahí se cayó. Y entonces, Manuel lo descubrió y… le puso unos postes por aquí por encima, dice: —Por lo menos, para lo que nosotros vivamos, poderle hacer dulces a las chicas, y así nos vamos a… también—. Pero se ha metido aquí Manuel a embaldosarlo, porque en la baldosa también se gastaba muchísimo. Y albañil, ninguno quería entrar. Y se ha man- | metido Manuel a embaldosarlo él, que está embaldosao por él, a cincuenta y cuatro grados de temperatura ha entrao a embaldosarlo. Lo pasaba fatal, pero es que nadie | aun pagándole mucho, nadie quería entrar a | Así que ya, tenía que embaldosarlo él y ya te digo, ha entrao, entraba así. Porque claro, no podíamos pasar sin masar. Dejábamos de masar hoy y masábamos, a’ mejor decíamos: —Voy a | mañana tenéis que comer el pan del día antes—. Abríamos todo, le daba bien de barrederos de agua, porque con lo que se barre el horno llamamos barredero. Después, con lo que se mueve la leña, hornalero. También hay un mango largo de manera, con gancho que tiene…
[Recopilador:] ¿Y esto lo tienen o ya lo han…?
[Patrocinio:] Pues está pa corral. Sí, sí lo tengo, pero ya no es como era. Esto era un trozo de hierro con una vuelta así. Después, nosotros | porque entonces, antes eran los, los hornos antiguos era la leña todavía metida por dentro. Y para recoger la brasa, pues era un mango, un hierro largo con una, una vuelta. Y así recogías la brasa pa un lao del horno, que todavía masamos nosotros así también. Y esto ya después, ya lo, me lo | llevamos a la fragua y ya hicimos así como si fuera un… ese, pa apretar la leña pa limpiarla por aquí, porque ya la leña no la | la lumbre no la teníamos que recoger, pero antiguamente era la leña metida aquí. Y después, la recogían así a un lao. Y después, metían el pan y la leña quedaba | la lumbre quedaba recogida allí a un lao. Y con la lumbre dentro, se cocía el pan. Y después ya, como nos pareció menos trabajo este, tiramos aquel, hicimos este | Claro, era más limpio, pero así todo, pa enfriar el horno un poco pa que no… los suelos no se quemaran, pues con un trozo de saco de estos del que había de esparto de antes, pues se le ataba un varal grande, y con eso se barría bien el horno y se | con agua hum., con agua húmeda o con un cubo de agua aquí, se lavaba, se limpiaba bien y pa que se enfriara. Pa meter el pan. Y ya, claro, Manuel ya tenía cogido el tanteo, si le tenía que dar un barredero, que le llamábamos, o le tenía que dar dos o le tenía que dar tres, pa que los suelos se quedaran en…, en condiciones. O sea, que… metíamos setenta panes de kilo. Era la… hacíamos una circunferencia. El pan lo metía siempre mi marido, en cambio, las latas de los dulces, siempre yo. Colocaba yo más latas que él. O sea, que, setenta panes de kilo en circunferencia íbamos poniendo.