Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1131c
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante asegura que se cantaba durante las tareas agrícolas y también en el baile, donde se acompañaba de la música de las guitarras.
Transcripción
La aceituna en el olivo
siempre se está meneando,
la buena moza en el baile
siempre la verás bailando.
La aceituna en el olivo,
si no la cogen, se pasa;
eso te pasará a ti,
morena, si no te casas.
Con un cuatro y un cinco
y un cero,
y esas son las arrobas
que yo te quiero.
Y arrempuja, que atranco
con una escoba;
no está aquí mi madre,
que estoy yo sola.
¿Te acuerdas cuando me dabas
la mano por la gatera,
y tu madre de coraje
le ha cortao el rabo a la perra?
Y arrempuja, que atranco
con una escoba;
no está aquí mi madre,
que estoy yo sola.
¿Te acuerdas cuando me dabas
caramelos con tus labios,
y yo, como soy golosa,
los cogía sin reparo?
La aceituna en el olivo
ni es aceite ni alperchín;
la moza que quiere a dos
no puede tener buen fin.
Yo te quería a ti sola
y tú querías a dos;
tú querías repicar
y estar en la procesión.
Yo me enamoré del garbo
de una rubia panadera,
que con el calor del horno
se está volviendo morena.
Yo me enamoré de noche
y la luna me engañó;
a otra vez que me enamore
ha de ser de día y con sol.
Si tu madre no me quiere
y a mí la tuya tampoco,
y en queriéndonos los dos,
¿qué nos importa a nosotros?
Una vez que te quise,
fue por el pelo;
y ahora que estás pelona,
ya no te quiero.
Y anda, vete, que no quiero
contigo conversación;
la que te he dado me pesa
(y) al lado del corazón.
Tu madre es la que no quiere
que yo tu carita vea;
por lo alto de tu madre
he de hacer una verea,
y he de hacer una verea
y por ella pasearme.
Y a la tía Correcalles
la quisiera yo ver
y en las Eras de Abajo
y en camisa correr,
y en camisa correr,
y en camisa correr,
a la tía Correcalles
la quisiera ver.
De la cuadrilla vengo
y atrás me dejo
Navalpino y Arroba,
Fontanarejo.
Alcoba está en un barranco,
Fontanarejo en un valle,
y el pobre de Navalpino
no tiene más que una calle.
Navalpino y Arroba,
corral de vacas;
Fontanarejo y Alcoba,
buenas muchachas.
Arroba, corral de cabras;
Fontanarejo, de chivos;
Navalpino, de cabrones.
¡Vaya tres pueblos cochinos!
Qué buena jarra que eres,
si en ti no hubieran bebido,
pero estás muy baboseada
de los novios que has tenido.
Eres buena moza y tienes
falsedad como el dinero,
que de andar en tantas manos
tiene borrado el letrero.
Buena moza, buena moza,
no te lo persumas tanto,
que también las buenas mozas
se suelen quedar en blanco.
En el baile bailando
dijo Marica:
“Cada uno se arrasca
donde le pica”.
El señor cura no baila
porque tiene la corona;
señor cura, baile usted,
que Dios todo lo perdona.
Un carbonero se ahogó
en un caldero de leche;
pobrecito el carbonero,
qué blanca tuvo la muerte.
Una vez que te quisí
tu madre no lo supió,
hasta que yo la dijí
que me casaba con yo.
Cuando entierren a mi suegra,
que la entierren boca abajo,
por si escarba con las uñas
que se meta más abajo.
Es mi suegra tranco de olla,
tapadera del infierno;
del hijo no digo nada,
por si acaso me está oyendo.
Pequeñita y redondita
como grano de cebada;
lo que tienes de pequeña,
lo tienes de resalada.
Estando mi madre en misa,
vino mi novio;
ojalá durara la misa
todo el otoño.
Como sé que te gustan
los alcagüetes,
por debajo la puerta
te metí siete.
La dama que quiere a dos
no es tonta, que es entendida,
si una vela se le apaga,
otra se queda encendida.
A la tía Correcalles
la quisiera yo ver
en las Eras de Arriba
en camisa correr.
A la entrada de Alcoba
lo primero que se ve,
la casa de la tía Roja
y la cuadra de Samuel.
¿Quién ha visto a la tía Juana
con un gato negro al hombro
por las calles de Madrid:
“¿Quién compra tocino gordo”?
Todas las suegras son malas,
la mía más que ninguna;
quiere que la salga novio
todos los cuartos de luna.
Todas las suegras son locas,
la mía la alabo yo,
que está criando a su hijo
para llevármelo yo.
Los ojos me lloran sangre
de mirar a los caminos,
por ver si veo venir
la dama que más estimo.
Desde mi ventana veo
lo que no quisiera ver:
la carretera de Burgos,
que va derecha al cuartel.
A tu madre la vi
con la puerta cerrá,
con la música dentro,
chacarrá, chacarrá.
Cuando paso por tu puerta,
cojo pan y voy comiendo,
pa que no diga tu madre
que con verte me mantengo.
Cuando paso por tu puerta
me quito las alpargatas,
pa que no diga tu madre
que hago ruido con las patas.
Cuando te veo venir
la calle Real arriba,
no te salgo a recibir
porque la gente no diga.
Ya se van los quintos, madre,
ya se va mi corazón,
ya se va el que me tiraba
chinitos a mi balcón.
Ya se van los quintos, madre,
ya se van los buenos mozos,
y se quedan las mocitas
con el pañuelo en los ojos.
La alcobeña es aguileña,
Fontanrejo, tetuda;
las pobres de Navalpino,
más guarras que la basura.
Rosa, si no te corté
fue porque no tuve gana;
debajo el rosal dormí
y rosas tuve por cama,
y de cabecera a ti.
/…………………/
A coger alhelises
voy a tu patio,
y si no hay alehelises,
contigo un rato.
A coger clavellinas
voy a tu era,
y si no hay clavellinas,
clavellinera.
Niña de los veinte novios,
y conmigo ventiuno;
si todos son como yo,
te quedarás sin ninguno.