[María Antonia:] Bueno, mi padre que inventó que le daban unos ataques epiléticos. Y…, y como le daban los ataques, pero claro, inventaos por él, que no le daban, y eso a ver quién lo averigua. Pues el médico decía que no y él decía que sí y a ver quién lo averigua. Pues…

[Recopiladora:] ¿Y por qué los inventaba?

[María Antonia:] ¡Pues pa venirse de la guerra!

[Recopiladora:] Pa venirse. A él lo mandaron a…, a la guerra, ¿no? ¿Estaba en el frente?

[María Antonia:] Pa venirse y vivía, mi abuelo vivía en un cortijo. Cuando dice que siente dar y era él, que se había escapao de | y claro, vinieron por él y dijo mi abuelo: —Es que no está mu bien él—. Se hizo un poquillo el tonto. Tú verás mi padre lo bien que estaba. Dice que decían: —Pregúntele la, usted la edad que tiene, y verá cómo no lo sabe—. Juan Antonio, ¿qué edad tiene?—. [Elocución incoherente] ...los años que tengo—. Y estaba mi padre más bien que na. ¡Pues por eso se libró de la guerra! ¡Se libró de irse a la guerra! Lo contaba | eso lo contaban mis abuelos, porque tú verás, luego, pa hacerse hijos sí estaba bien. ¡Que se murió con treinta y nueve años y nos quedamos seis!