Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1231c
Categoría:
Colección:
Colección de Jerónimo Anaya Flores
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante asegura que la cantaban mientras trabajaban en la siega o lavando.
Transcripción
La hija del penal,
me llaman siempre a mí,
porque mi padre fue el carcelero.
porque mi padre fue el carcelero.
Jamás sentí el amor,
yo nunca conocí
las penas grandes de un prisionero.
Mas cierto día
las penas grandes de un prisionero.
Mas cierto día
veo un preso,
no sé qué cosa sentí por mí,
y yo tan ciega
del prisionero
por él daría la libertad.
Estaba preso, sí,
porque mató a un traidor
que de su hermana el honor burlaba.
Y cuando supe yo
su gesto de valor,
sentí quererle con alma brava.
Sentí quererle,
siempre sincero,
con un cariño de eternidad.
Y yo tan ciega
del prisionero,
por él daría la libertad.
Dormió una noche, al fin,
dormió mi padre y vi
aquellas llaves pude quitarle.
Con ellas yo corrí,
la triste celda abrí,
un beso santo le di al librarle.
Con mil angustias yo le veía,
por las murallas logré saltar,
y yo tan ciega del prisionero
juré daría la libertad.
Ay, Virgencita del Consuelo,
ven, ayúdame a salvar mi bien,
porque sus penas son mis dolores.
Ay, Virgencita, sálvale,
que quiero su cariño ser
del preso eterno de mis amores.