La patrona y el militar

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Notas

En esta versión se repiten los últimos versos de las estrofas pares, salvo aquellos en los que las informantes titubean.

Anotaciones musicales

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

IGRH: 3010

Otras versiones de "La patrona y el militar"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3852); Atero Burgos (2003: n.º 89); Benítez Sánchez (2000: p. 241); Fraile Gil (2016: n.º 82, 122); Marazuela Albornos (1981: n.º 246); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 185); Moreno Moreno (2016: n.º 104); Pimentel García (2020: n.º 104); Piñero Ramírez (1996: n.º 86); Piñero Ramírez (2013: n.º 84); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 119).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

—Triste de mi capilla,    que anoche la perdí,
dígame usted, matrona,    ¿dónde voy a dormir?
—Ya te he dicho, soldado,    que duermas en la calle.
—No, señora matrona,    que hace mucho aire.
—Triste de mi capilla,    que anoche la perdí,
dígame usted, matrona,    ¿dónde voy a dormir?
—Ya te he dicho, soldado,    que duermas en el patio.
—No, señora matrona,    que me arañan los gatos.
—Triste de mi capilla,    que anoche  la perdí:
dígame usted, matrona,    ¿dónde voy a dormir?
—Ya te he dicho, soldado,    que duermas en la cocina.
—No, señora matrona,    que riñen las vecinas.
—Triste de mi capilla,    que anoche  la perdí:
dígame usted, matrona,    ¿dónde voy a dormir?
—Ya te he dicho, soldado,    que dormirás conmigo.
—Sí, señora matrona,    eso es lo que yo digo.

Resumen de "La patrona y el militar"

Un militar le pregunta a su patrona dónde puede dejar su morral; ella le responde que en un clavijo viejo, pero él lo cuelga en otro lugar. Acto seguido, la interroga acerca de los dueños de las gallinas que se encuentran en el corral y ella le asegura que son propiedad del vecindario. Luego, el militar se interesa por la cena y ella le informa de que hay sopas de ajo. Él insiste en que deben comer gallina guisada y logra convencerla. En última instancia, le pregunta dónde puede dormir; la patrona le sugiere que se eche en un camastro o que se acueste con sus hijos. Él porfía hasta conseguir dormir con ella. A los nueve meses, da a luz a un niño vestido de militar. En las versiones documentadas en Córdoba, la intriga se reduce a una serie de preguntas por parte del militar acerca del lugar dónde va a dormir esa noche. La patrona le sugiere varias estancias de la casa, pero él las rechaza todas. En último lugar, la patrona le ofrece su aposento.