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Hace muchos años, tamos hablando de los abigeros, y por esos rumbos, mataron uno ahí en el… Santa Teresa. Por robarles una yunta. Y aquí onde está la Parso, bueno, donde era la Parso, ¿no?, ahí con transformadores, allí había un campo que era de béisbol, de los gringos. Allí cuidaba un señor que se llamaba don Juan, le decían “el Pulga”. Y en frente había una majada, de animales, que le decían “el Cuate”. En aquellos entonces, | que por cierto a don Juan también lo mataron. En aquellos entonces, todo el caolín de ahí del Tepame, lo bajaban en, en burrada, burros. Allí se trabajaba día y noche. En la noche bajaban, porque eran veredas, del cerro, eran puras veredas. Toda la gente, sus arrieros, traían lámparas de carburo. Bajaban en la noche. Y los segui-… | día y noche trabajaban, porque era por, era por toneladas, bajaban los burros.
Entonces, cuando ya hicieron la carretera, po lógico que para-, para-, para- | ya no les dieron trabajo a los arrieros, ya entró una tolvita, que era una tolvita chiquita que era, era de, los Ulloas. Hicieron una tolva arriba, una tolva arriba y ya na más usaban gente pa sacar de la mina con carretillas y echarla toda pa que la tolvita… | acarrear. Y ya no le dieron chamba a, a los, a los estos, a los, a todos los, a todos los arrieros. Pero lo de la arrierada, eso ya es viejísimo. Eran viejísimos todos aquellos que trabajaban de noche. Entonces, allá pos tenían, tenían las carretillas, tenían pues maquete- | cómo te diría yo… | tenían herramienta, ahí en, en la mina, el Tepame, y el que se quedaba allá, era uno que le decían “el General”. El General. Porque le faltaba su patita y perdió su pie aquí. Su pie de, de, de palo. Ahí en Santa Teresa vivía. Entonces estaban escarmentados, ¿no?, porque ya habían matao uno ahí en Santa Teresa por robarle la yunta. Y entonces, el cuate, en frente, onde era la Parso no… | onde ta la fábrica de allí. Allí tenía su majada. Pero ese mandó a hacer un, un cuartito de, de, de la de tabique y dispués se dice que taba muy alejao de Santa Teresa, aparente- no había casas pues más cerquitas, na más… | estamos hablando cuando todavía | no, no, no, no como ahora. Y don Juan, le decían el Pulga, estaba allí cuidando el, el campo. Porque ahí dejaban lo, el, pues el mani-, en el campo de béisbol, sus manillas, pelotas y todo y allá hacía sus siestas y se quedaba él allí. Y él, trataron de sacarle los animales porque ahí tenía también sus animales. Que era el dueño de, de to-, de onde era la, la, la gasolinera aquí abajo. Que ya va a funcionar de vuelta, ¿eh?, que pararon. Todos esos terrenos eran de Juan. Y cuando él trataron de sacarle los animales de allí, pues estaba bien posicionado, pero no era onde se quedaba. Él se, se pusieron en una parte onde no lo pudieron, no lo pudieron balancear. Porque trataron de sacarle los animales y él se desvendió como pudo, tenía bastante parque y… y… desvendió todos sus armarios. No lo sacaron. Pero qué tan mal, que al día siguiente lo mataron, ¿eh?, al día siguiente en la noche. Cuando él vio el peligro, le dijo a sus hijos: “Los animales se los llevan. Paseaban esos cerros”, dijo, “pero se los llevan para, para, para acá pa Marfil, pa la casa acá”. Porque todo eso ahí es Nochebuena, se los trajeron para acá. Los protegió.
Pero el Cuate, que taba enfrente, el que taba enfrente le cayeron, le cayeron, a los cuantos días le cayeron allí. Y le tocó una suerte, pa que me entiendas, le tocó una suerte que… pues… tenía sus perros, ¿verdad? Pero tenía una suerte | tenía bastantes animales. Tenía suer-, tenía con qué, con qué desprenderse, pero, pero eran muchos, muchos cobardes. Entonces este le dieron ganas, como [¿…?], le dieron ganas de hacer sus necesidades y este salió por fuera de la cerca. Ya cuando su- | afuera de la cerca a hacer sus necesidades. Cuando esto, cuando cayeron estos, eran como cuatro o cinco, como cuatro o cinco, como cuatro o cinco bandidos, abigeros, y esos no [¿sientan?] del corazón para matar a la gente, de esa gente fueron que mataron ahí en, ahí en la subida de, de, de la montaña, que mataron a toda una familia con todo hasta los niños de ahí de, de los Rodríguez. Entonces este, po le tocó tar fuera, por, por fuera, y estos llegaron y lo primero que mataron fueron a los perros, los abigeros, y a los tronidos de los, de los, de los, de los balazos, la gente se puso al-, se puso alerta, familiares más que nada, familiares, parientes… en aquellos entonces, pos todavía era… era un familiar, casi todos, todos eran familiares, y el que no era familiar era compadre, amigo. Y… lo primero que pensaron dijo: “Ya les cayeron, le cayeron la… ahora… a este” porque ya había plantao a | habían matao a Juan el Pulga. Dijo: “Le cayeron al, al Cuate”. Nunca supe cómo se llamaba, le decían el Cuate. Entonces este, se vinieron, y vinieron vueltos así la canija, todos armaos todos. Porque tenían entonces, te-, tenían las armas. Y se vinieron. Y estos canijos abigeros, para despistar, porque ese era la salida, por donde vivía don Juan. Esa era la salida pa trastumbar, agarrar el Arroyo del Capulín y entrar hasta, hasta los…, hasta los Rodríguez. Pero estos trataron de despistar, porque sabían que alguien los estaba viendo. Sabían que había un nuevo velador. Había un nuevo velador allí en, en, en | con los gringos. Y sabían que alguien tenía que estar dentro de la casa, porque no ni siquiera nadie salió del cuartito on taba el, el encerrao allí. Porque no estaba allí. Y sabían que alguien los había visto y los estaba viendo. Hicieron la finta de venirse pa’acá arriba. Se vinieron. Haciendo la finta aquí entrando por el río Blanco, por el río de Santa Ana. Agarrar por el río para arriba. Y estos agarraron, vinieron pa’acá y, y agarraron por toda la, por toda la, el camino que iba a, onde Ortero… este, el basurero. Ese camino el que iba hasta, hasta La Luz, entonces, en aquellos entonces iba hasta La Luz. San Pedro, Mexiamora, [¿Xodhé agua?]… todo eso aquí es el camino, que lo nombraron el camino blanco, y ese tenían que irse por allí, huyendo. Entons, mucha gente se vino, pos siguiéndolos, porque el Cuate le dijo: “No, es el más pa’allá, los llevan pa Marfil”. Y estos se vinieron siguiendo un grupo de, de, de, de… | armaos todos, se vinieron a seguirlos.
Entonces estos tenían un plan, porque estos eran rateros. Eran abigeros que tenían mucha experiencia. Se lo | era despistar, agarraron por el Camino Banco, pero tenían que pasar por la falda del Tepame, cuando ya habían hecho la carretera para que subieran la tolbita pa bajar el caolín, allí, años hacía que ya habían parao la, la rierada, ¿me entiendes? Entonces, estos eran despistar pa que todas las gentes que vino, venían siguiendo, venían siguiendo aquí a Marfil. O este arroyo, o se entraron por la | siguiendo el camino del arroyo, pero ellos agarraron de pa’arriba y agarraron toda la falda. Tenían que llegar exactamente al camino, pero ya muy arriba en la falda. Taba la mina así y la falda por el camino allí, ya pa trasumbar pa’l otro lado, que ese era su, su terrenos para allá. Y el que estaba allí era el general. Porque el general taba, porque ya, él cuidaba las carretillas allá, porque ya sacaban el material, to-, todo el caolín de, de la mina lo sacaban en puras carretilladas. ¿Y cuál sería su sorpresa? Porque él no estaba en la puerta de la mina. Dicen que él taba retirado de donde calentaban la, la comida los… pues todos los arrieros en aquellos entonces y, y la gente. Dicen que él taba allá, sentao así, retirao allá y dice que alcanzó a oír los balazos de acá abajo, cuando mataron a los perros, entonces dijo que algo estaba pasando mal y él taba al tiro. ¿Cuál sería su sorpresa de, de, de, de este, de la noche del general? Dice que cuando va viendo… pues taba viendo la boca, la boca de la mina, una boca grandísima pues. Que taba viendo la boca, mira-, que miraba luces adentro y cosa que no había turnos en ese, en esa hora, no había turnos, no había trabajadores. Y él taba viendo las luces de las lámparas que venían. Así es que todo confuso. Oía | oyó los balazos y… preocupao qué pasaría ahí abajo. Y luego que va viendo que | pues ahí a lo lejos, que taba saliendo de la mina, que salió una manada de, de burros de adentro, burros cargaos, burros cargaos y, y… dice que, según en su mente, conoció a un arriero que le decían don Chon, así lo platicaba. Y que va saliendo, y que van saliendo, pero así, mira una manada de burros y arrieros que venían de adentro. Y onde se le ocurre, dijo: “Si ya no”, dijo, “pero si estarán robando el caolín”, dijo, “¿y pero para dónde? Si ya no hay arrieros…” Y onde se le ocurre al, al general, dice que le aventó un lamparazo a los burros, dice que la parte así cuando iban pasando, que dieron la vuelta así, que les aventó un lamparazo a los burros. Dice: “Ay”, que dice el general: “Vas a creer”, dijo, “que los burros”, dijo, “no eran burros” dijo “eran los puros esqueletos, los esqueletos de los burros”, dijo. Los puros burros que se pelaron, burros esqueletos y haciendo el ruido y todo y hasta las lámparas que llevaban los arrieros. Dice que alcanzó a conocer a uno que le decían don Chon, por el sombrero, dijo. Y ya don Chon había muerto ya hacía años que había muerto don Chon, que así decía don Chon, [¿…?] don Chon.
Dicen que entonces cuando los burros, toda aquella manada de burros y el lam-, lampareo de, de los arrieros, que se encaminaron por ya, ya por el camino, por el camino porque antiguamente eran veredas, por eso traían sus lámparas, donde traen los animales, donde bajaban el… todo el camino, eran veredas, anchas sí, pues vereredas por todos rumbos así. Pero ya después fue camino. Y entonces, cuando en ese momento, venían todos, llevan to-, todos los, el ganao de, de, de, de las vacas y las res se las llevaban pa’allá entroncadas en la parte de arriba, ya agarraban ese caminito no más trastornaban pal otro lao.
Cuando ahí se sintieron presionaos los rateros. Cuando van viendo que, que iban | pues no | si se basaban en las lámparas. Dicen que estos salieron, cuando ya vieron, y el General taba arriba, pues, el General taba arriba. Dice que estaba hasta temblando allá que no hacía ni qué hacer ni qué… y ¿qué lo consolaba? Dicen que todos estos, pos rateros, ¿no?, y malditos, dicen que empezaron a ganar a bala-, a balazos. Y también traían lámparas, pos para ver a dónde andaban, dicen que le aventaban, le aventaban de balazos a todos los a-, a todos los arrieros, y a los, y a los, y a los burros y que on-, onde se | onde sí fue la, la decisión que le aventaban lamparazos a los, a los burros y que era puros esqueletos. Dicen que fue tan real, que todo el ganao, de las reses que llevaban, dicen que se asustaron tanto… | sería porque también vieron los esqueletos o sería por los balazos. Hay dos cosas: Sería por los balazos que les aventaban a, a, a los burros, o sería que también vieron los esqueletos. Dicen que los, las vacas no más pararon la cola y agarraron ya derechito por toa la carretera | el, el camino y agarraron y vinieron a parar a su, a su corral.
Dicen que decían | y todos por acá buscando, buscando acá las vacas, todos armaos acá. Y el que se da cuenta el general, de todo lo que pasó allí arriba, porque [¿…?] no, que allá, pos que no, que hay que buscar pa, pa hablar a la autoridad y que la canija. Ya cuando estos se iban para allá, porque agarraron to | no solamente pa’acá, sino el peinao del cerro, el peinao del cerro y, y tenían que ver al general, y que si no habían trastumbao pa’allá… Dijo:
—No… —cuando les platicó la historia, dijo— las vacas ya andan allá abajo—.
Dijo: —¿Pero cómo te das cuenta tú?—.
Dijo: —No pos… —y dijo— no me lo van a creer —dijo—, pero salieron aquí los arrieros de aquellos tiempos —dijo— y les regresaron las vacas —dijo.
—¿Y los, y los rateros? —dijo.
—Los rateros brincaron ahí, se van corriendo hasta | iban echando de brincos ahí para… | le dieron la vuelta pa’aquel lao de allá…—.
Como te digo, son cosas… | Yo digo a veces como dice el General… será gente tan inteligente para… inventar, inventar tantas cosas, que digo yo de…, de verlos, que sí, sí veían los, los estos, los, los burros, pero los puros cascarones así, los puros huesos de los burros, pero la, pero la lámpara y las luces. Y no na más los vio él, mira había tres: Los vio el General… quizá el General… vio | si nadie creía al General… pero los vieron los, los, los, lo vieron también los, los, los, los, los abige-, abigeos, por eso corrieron, porque les dio miedo dio “hijo de la canija” y, y bueno, ¿las vacas? Las vacas también las vieron, y las vacas también salieron vueltas de la canija corriendo pa’abajo. Cosas que se… | que te | que, que pasan. ¿Cierto o falso?