Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1258r
Categoría:
Informantes
Recopiladores
Anotaciones musicales
Partitura
Transcriptor de la partitura
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
IGRH: 5031
Otras versiones de "Agustinita y Redondo"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Estando un día Mariquita con su Redondo en la puerta,
llegó su padre cruel, la trata de sinvergüenza.
Ella se metió p’adentro, muy triste y desconsolada;
Redondo cogió la mula, se marchó para Triana.
―Quédate con Dios, Redondo, que yo me voy a morir.
Mis padres entran conformes, tú solo lloras por mí.
―Madre, yo estoy muy malita y yo me voy a morir;
deja a Redondo que pase y se despida de mí―.
La madre le respondió como una fiera sangrienta:
―Aunque te mueras mil veces, mi flanco no lo atraviesan.
Ya tienes la caja hecha y te están haciendo el nicho
para meter ese cuerpo, que se lo coman los bichos―.
¡Ay, qué padres tan crueles! ¡Ay, qué familia tan baja!,
antes de morir la hija, mandaron hacer la caja.
La caja era de cristal, las esquinas de madera,
se las regaló Redondo pa que………………………… [Com.]
Los anillos que llevaba puestos en la mano derecha
se las regaló Redondo cuando la llevó a los toros.
La madre les encargaba a todos los de la casa:
―Que no se arrime Redondo, que no se arrime a la caja―.
Redondo que estaba en frente todito lo estaba oyendo:
―De los cuatro que la lleven, tengo de ser el primero―.
El entierro iba delante, la caja iba detrás,
y el padre de la difunta fumando un cigarro va.
En mitada del camino, se paran a descansar,
Redondo soltó la caja y a ella se fue a abrazar.
El padre le respondió con un genio muy hambriento:
………………………………/………………………………
………………la espalda, estas palabras decía:
―Quédate con Dios, mi novia, tanto como me querías.
El querer que me tenías la vida te ha costado
y, antes de los cuatro días, tengo de estar a tu lado―.
Pasa uno, pasa dos, Redondo malito está;
pasan tres y pasan cuatro, ya lo llevan a enterrar.
Lo llevaron a enterrar, lo paran en medio el nicho;
salió una voz que decía: ―Ya está aquí to mi cariño―.
En mitad de los dos nichos, ha nacido un gran rosal,
y eran los dos amorcitos, que estaban gozando ya.
¶
[Com.: Es que no me acuerdo lo otro cómo era.]