Agustinita y Redondo

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Anotaciones musicales

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

IGRH: 5031

Otras versiones de "Agustinita y Redondo"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3889); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 7); Atero Burgos (2003: n.º 156); Cid (1974: n.º 37); Díaz (2007: E.15); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: p. 15); Esteve Faubel (1998: pp. 1121-1122); Fraile Gil (2013: n.º 68); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: p. 160); Majada Neila (1984: n.º 86); Manzano Alonso (2003: pp. 433-442, 438-442); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 174); Moreno Moreno (2016: n.º 138, 139); Pimentel García (2020: n.º 545); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 131); Schubarth y Santamarina (1987: n.º 32); Tejerizo Robles (2007: n.º 436); Trapero (2000a: n.º 164); Trapero (2003: n.º 85); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 168).

Contaminaciones y engarces

El criado y la señorita + Agustinita y Redondo (Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 241); Muerte de Granero + Agustinita y Redondo (ATO, 00449 07)

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Estando un día Mariquita     con su Redondo en la puerta,
llegó su padre cruel,     la trata de sinvergüenza.
Ella se metió p’adentro,     muy triste y desconsolada;
Redondo cogió la mula,      se marchó para Triana.
―Quédate con Dios, Redondo,     que yo me voy a morir.
Mis padres entran conformes,     tú solo lloras por mí.
―Madre, yo estoy muy malita     y yo me voy a morir;
deja a Redondo que pase     y se despida de mí―.
La madre le respondió     como una fiera sangrienta:
―Aunque te mueras mil veces,     mi flanco no lo atraviesan.
Ya tienes la caja hecha     y te están haciendo el nicho
para meter ese cuerpo,     que se lo coman los bichos―.
¡Ay, qué padres tan crueles!     ¡Ay, qué familia tan baja!,
antes de morir la hija,     mandaron hacer la caja.
La caja era de cristal,     las esquinas de madera,
se las regaló Redondo     pa que………………………… [Com.]
Los anillos que llevaba     puestos en la mano derecha
se las regaló Redondo     cuando la llevó a los toros.
La madre les encargaba     a todos los de la casa:
―Que no se arrime Redondo,     que no se arrime a la caja―.
Redondo que estaba en frente     todito lo estaba oyendo:
―De los cuatro que la lleven,     tengo de ser el primero―.
El entierro iba delante,     la caja iba detrás,
y el padre de la difunta     fumando un cigarro va.
En mitada del camino,     se paran a descansar,
Redondo soltó la caja     y a ella se fue a abrazar.
El padre le respondió     con un genio muy hambriento:
………………………………/………………………………
………………la espalda,     estas palabras decía:
―Quédate con Dios, mi novia,     tanto como me querías.
El querer que me tenías     la vida te ha costado
y, antes de los cuatro días,     tengo de estar a tu lado―.
Pasa uno, pasa dos,     Redondo malito está;
pasan tres y pasan cuatro,     ya lo llevan a enterrar.
Lo llevaron a enterrar,     lo paran en medio el nicho;
salió una voz que decía:     ―Ya está aquí to mi cariño―.
En mitad de los dos nichos,     ha nacido un gran rosal,
y eran los dos amorcitos,     que estaban gozando ya.
 
[Com.: Es que no me acuerdo lo otro cómo era.]

Resumen de "Agustinita y Redondo"

Agustinita está hablando con Redondo. Su padre los sorprende y le da una paliza mortal a la muchacha. Los padres de la chica impiden que Redondo entre a verla e, incluso, quieren evitar que acuda al entierro. Antes de que muera la joven, su familia encarga el ataúd. En el entierro, su padre va detrás de la comitiva liándose un cigarro. En algunas versiones, la joven va adornada con una o varias alianzas costosísimas que le ha regalado Redondo.