Hija de un labrador requerida por el dueño de la finca

Audio

Clasificación

Notas

La informante sesea y neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].

 

Anotaciones musicales

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

Otras versiones de "Hija de un labrador requerida por el dueño de la finca"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 32; 12.2); Moreno Moreno (2016: n.º 146, 160); Pimentel García (2020: n.º 783); Tejerizo Robles (2007: n.º 420).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En un pueblo de Sevilla     habitaba un labrador;
tenía una hija más bella     que los rayitos del sol.
Carmelilla se llamaba,     el consuelo de su padre;
el día que ella nació,     falleció su pobre madre.
Carmelilla se llamaba,     quince años que tenía;
por su dulzura y nobleza,     todo el mundo la quería.
El amo de aquel cortijo     que su padre cultivaba
desde que vio a Carmelilla,     de ella quedó enamorada.
—Me tienes loco y sin vida,     Carmen, desde que te vi.
Si llegaras a ser mía,     tu vida sería feliz.
Te llenaría de riquezas,     de fincas te dotaré;
te llenaría de riquezas     y yo pobre moriré.

Resumen de "Hija de un labrador requerida por el dueño de la finca"

El dueño de una finca se enamora de la hija de su labrador y, al intentar forzarla, esta se defiende con una navaja. El dueño de la finca declara ante el juez que no castiguen a la muchacha porque la culpa ha sido suya.