San Isidro labrador

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1278c

Informantes

Recopiladores

Notas

La canción de san Isidro se canta en la procesión que se celebra todos los años en Valdeazores, “para bendecir sus campos”. La informante la aprendió de oírla en el pueblo.

En esta versión, se repiten los dos últimos versos de cada estrofa, exceptuando la segunda, siguiendo este esquema: “El día quince de mayo / brillan los rayos del sol, / porque se va a celebrar / san Isidro labrador, / porque se va a celebrar / san Isidro labrador”.

La segunda estrofa, que se emplea como estribillo, se repite después de cada una de las estrofas. Sin embargo, la informante decide omitirlo a partir de la quinta estrofa, indicando simplemente que después de cada una de ellas sigue el estribillo. Sólo vuelve a cantarlo al final de la composición.

Transcripción

El día quince de mayo      
brillan los rayos del sol,
porque se va a celebrar     
san Isidro labrador.
 
Viva san Isidro,
viva labrador,
viva san Isidro,
que es nuestro patrón.
 
San Isidro labrador,      
patrón de los labradores,
por eso los campesinos     
te recibimos con flores.
 
Todos juntos te adoramos,     
patrón de los labradores;
mándanos buenas cosechas,     
bendice nuestras labores.
 
¡Qué contentos de ti están     
tus hijos de Valdeazores,
porque tienen por patrono     
quien bendice sus labores!
 
Con mucha fe te pedimos     
y con pasión te adoramos,
mándanos pan y concordia     
para que todos vivamos.
 
San Isidro labrador      
tiene el corazón muy grande,
solo con su bendición     
nunca pasaremos hambre.
 
A san Isidro bendito     
le tenemos ofrecido
una corona de flores,    
de violetas y de lirios.
 
El día quince de mayo     
el pueblo con ilusión,
todos se visten de gala     
y van a la procesión.
 
Gastamos faldas oscuras      
porque no se ensucian tanto,
porque nuestra profesión     
es trabajar en el campo.
 
Cuando tú sales al campo,      
le echas tu bendición,
aumentas nuestras cosechas     
y hasta mudan de color.
 
La yunta de san Isidro     
ningún gañán la cogía,
sólo la cogía el ángel     
porque Dios se lo decía.
 
Ese angelito que llevas      
delante de tu peana,
te lo mandaba el Señor,     
que arase mientras orabas.
 
Adiós, san Isidro hermoso,      
échanos tu bendición
y a todos los pecadores     
nos mande Dios el perdón.

Resumen de "San Isidro labrador"

San Isidro suele arar pasado el mediodía. Los otros labradores, viendo que a pesar de salir más tarde saca más provecho de la faena que ellos, acuden a su amo para quejarse de la situación. El amo decide salir para comprobar los hechos. Le pregunta a su criado quién le ayuda con las tareas y este le responde que Dios. A continuación, el señor observa cómo Isidro, con un solo arado, es capaz de hacer tres surcos. Queda maravillado y, una vez en casa, le cuenta a su mujer que su criado es santo. En algunas versiones, al día siguiente, el amo decide mandar a Isidro a labrar una tierra donde no hay agua. El amo se acerca a Isidro para preguntarle por la tarea y le dice que está sediento. El santo golpea unas rocas con su vara y hace brotar una fuente de agua. La mañana siguiente, redoblan las campanas para festejar el don de Isidro.