La boda frustrada

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1284r

Notas

La informante neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].

Anotaciones musicales

Partitura
Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

Otras versiones de "La boda frustrada"

Alcalá Ortiz (2006: pp. 71-74); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 35); Atero Burgos (2003: n.º 204); Manzano Alonso (2003: pp. 546-547); Moreno Moreno (2016: n.º 164); Pimentel García (2020: n.º 791).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

En un pueblo pintoresco     que La Rábita le llaman,
habitaba un matrimonio     con dos jóvenes muy guapas.
Josefa y Lola se llaman;     sus padres, Manuel y Ana.
Con honradez y cariño     el pueblo los apreciaba.
Eran pobres jornaleros     que el sustento se ganaban
con el sudor de su frente,     del trabajo que le daban.
Josefa, joven muy guapa,      de rostro bello y gentil,
era una flor delicada,     como las del mes de abril.
Sus ojos, negros y grandes,     y sus labios, de jazmín;
su pelo, negro y rizado,     y los dientes, de marfil.
Todos los mozos del pueblo     admirados se quedaban
cuando pasaba Josefa     con su cántaro a por agua.
Una tarde en el jardín,     Josefina se encontraba
cortando ricos claveles     que a su paso se hallaban.
Un mozo guapo y gentil     a Josefina llamaba:
—Toma este ramo de flores,     ángel mío de mi alma—.
La pobre se sorprendió,     la infeliz se retiraba;
no quería aceptar las flores     que el galán le presentaba.
—Señor, márchese de aquí     —la joven le contestaba—.
Usted es rico para mí,     yo soy pobre y no me iguala.
—Yo te juro, ángel de amor,     por estas serias palabras,
este amor que yo te ofrezco     es puro y limpio y sin mancha.
Quiero que mi esposa seas     y que a mí vienes con falta.
Aunque se opongan mis padres,     yo he de cumplir mi palabra—.
Dos años de relaciones,     amándose con compasión,
a la inocente paloma     el amor la traicionó.
Fue en busca de las riquezas     y a otra señorita amó
y, despreciando a Josefa,     con un niño la dejó.
Cuando Josefa ya supo     aquella triste noticia:
—Infame, tienes la culpa     de que te quite la vida—.
Coge el niño en sus brazos     y en casa de Paco marchaba;
subiendo las escaleras,     con su novio se encontraba.
—¡Mira qué hermoso está el niño,     Paco de mi corazón!
Ten de nosotros clemencia,     no me abandones, por Dios—.
Paco caso no le hizo,     las escaleras bajó
y, despreciando a Josefa,     a la calle se marchó—.
Josefa, con arrogancia,     del suelo se levantó;
corriendo como una loca,     a su casa se marchó.
Acuesta el niño en la cuna     y esta súplica le echaba:
—Tú eres, hijo de mi vida,     tú eres, hijo de mi alma,
la fe de mi corazón,     en ti fijo mi esperanza.
Perdona a tu pobre madre     de su culpa y su falta,
de haber perdido la honra     que es el emblema del alma—.
El veinticinco de abril,     y ya día señalado
que celebrarían la boda     en la iglesia del Sagrario.
Al salir de la plazuela,     que de Cánovas le llaman,
una joven con un  niño     a Paquito se acercaba:
—¡Mira qué hermoso está el niño,     Paco de mi corazón!
Ten de nosotros clemencia;     no nos abandones, por Dios—.
Y doña Consuelo López     a todos ordenaba
que se marcharan pa su casa,     que a casarse se negaba:
—Tú la honra le quitastes     a esa infeliz desgraciada.
Yo contigo no me caso,     eso sería una desgracia—.
Paquito, como una fiera,     a Josefina insultaba:
—¡Levántate, so ramera,     márchate pronto a tu casa!
Si tardas en levantarte,     ¡márchate para tu casa!,
dos guardias en este sitio     te pondrán una mordaza.
—¡Infame, cobarde, vil,     hasta ramera me llamas!
Toma, paga lo que debes;     Dios perdonará mi alma—.
Sacando un arma de fuego     que en el bolsillo llevaba,
al pronto, dispara a Paco;     el corazón le traspasa.
Dos médicos se acercaron,     (……………………………)
reconociendo la herida,     su muerte certificada.          
Al año de pasar esto,     Josefina se casaba
con el padrino de Paco,     abogao de mucha fama.

Resumen de "La boda frustrada"

Una joven de condición humilde es seducida por un muchacho rico que le promete matrimonio. Después de años de noviazgo y de haber tenido un hijo, el novio decide abandonarla para casarse con una muchacha de buena familia. Cuando descubre la noticia, la joven madre acude a casa de su amante para hacerlo entrar en razón, pero él la rechaza. Con intención de vengar el ultraje, el día de la boda se presenta en la iglesia con el niño y, delante de toda la concurrencia, suplica al novio que se haga cargo de él. La novia, horrorizada al comprobar que su futuro marido ha deshonrado a una mujer, decide suspender la boda. El novio se enfurece e insulta a la madre, que, en ese momento, saca una pistola y le dispara. Es juzgada y condenada a prisión. Después de un tiempo, sale de la cárcel y se casa con su abogado, el que había sido padrino de la boda no celebrada.