El crimen del barbero

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Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1297r

Notas

La informante sesea y neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].

Anotaciones musicales

Transcriptor de la partitura

Luis Moreno Moreno

Bibliografía

Otras versiones de "El crimen del barbero"

Alonso Fernández et alii (2017: n.º 48); Moreno Moreno (2016: n.º 172); Pimentel García (2020: n.º 835).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

El dieciocho de enero,     en Córdoba ocurrió.
Un crimen se ha descubierto;     veréis lo que sucedió.
Era un cobrador del banco     que a la barbería entró.
Para robarle el dinero,     el maestro asesinó.
Lo tiene ocho días escuartizado     para el río tirar.
Sin miedo,     a trozos, lo sacaba;
sin miedo,     al río lo tiraba.
¡Ay, qué hombre     más cruel!
Pero una noche a deshora     que a la barbería entró,
un policía que pasaba     en la puerta lo esperó.
—¿Qué lleva usted, caballero?     —el policía preguntó.
—Cosillas para los nenes     —el maestro contestó.
—Me las tienes que enseñar     —el policía le obligó.
Sacando el último brazo     del cadáver que mató.
Entonces,     en aquellos momentos,    
lo cogen     y se lo llevan preso. [Com.]
 
[Com.:
Carmen: —No, dice… No, dice lo que sea, “que lo mismo ha pagado” dice, pero ya no me acuerdo de…
Otra informante: —Se lo llevan preso y ya…
Carmen: —Y no sé qué, “con lo mismo ha pagado”. Y ya está, y eso es lo que dice. Luego dice: “no sé qué, con lo mismo…” Yo qué sé, luego lo tengo que mirar.
Otra informante: —Lo llevan preso. Sigue más, yo es que no me acuerdo. Y que…, que lo hicieran igual que él asesinó, que lo asesinaran. Eso tiene mucho todavía.]

Resumen de "El crimen del barbero"

Se relata el célebre crimen del barbero de la calle San Pablo de Córdoba, acaecido el 28 de enero de 1943. Un cobrador de banco entra a una barbería. Allí, el maestro barbero lo asesina para robarle la recaudación. Acto seguido, descuartiza el cadáver y lo oculta en la misma barbería. Poco a poco, va deshaciéndose del cuerpo, arrojando las piezas al río. Pasados unos días, la policía espera al criminal en la puerta de la barbería y lo obliga a descubrir el bulto que lleva consigo. Se trata de un brazo del cadáver. Lo arrestan y lo fusilan.