Sobre curaciones

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1299n

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Transcripción

Mira, yo tenía una hermana, que ella curaba. Yo nunca creí en esas cosas y, nunca creí en esas cosas, pero ella curaba. Mira, una vez fuimos a La Luz, con esta, mi hermana, una hermana chiquita, una hermana chiquita. Y mi hermana se fue sobre la finta, porque decía que yo leía la, la, la, la magia negra, ¿me entiendes? Yo lo único que decía: “Mira, yo los libros que, que estoy le-, leyendo, Amada”, digo, “mira, yo veo que se mueven las cosas”, digo “pero no, con creo que, que estos libros sean…” ahí no decía que tenía magia, que eran de magia, digo, yo lo que… que leía que decía que era [¿Emilia Págoda?], más no tenían, no, no tenía pasta los libros que taba yo leyendo, me llamaba la atención, yo miraba que las cosas se movían. Y digo:

—Mira, Amada, las cosas se mueven. Mira las cosas como se mueven —le digo yo—, mira, cuando tú te pones a leer, tú mira cómo se mueven las cosas—.

Dijo: —No, que eso es magia negra —y que toas esas cosas a mí—.

Yo ese libro lo guardé. Nunca lo volví a leer. Entons, por medio de eso, me llevó a mí, me llevó a La Luz, que creía que yo era más superior a ella, porque mi hermana decía que hacía limpias y todas esas cosas. Pero yo nunca | a mí me trajo también muchos libros que decía que la | que los cosmos y que to esto y que la esta, y que p’aquí y p’allá… Y nunca de los jamases fui | fue mi intención.

Mira, a mí me llevó a La Luz, oye lo que te digo, me llevó por engaños, por una amiga que se llamaba María.  Y me | llevamos a mi Cocha, a mi hermana chiquita así, mira, ella lo recuerda, mi hermana Concha, esta que acaba de pasar hace ratito. Lo recuerda todo. Dijo: “¿te acuerdas cuando me llevates tú y la Amada a curar a una señora?” Y ahora resulta que cuando la señora, la, la señora, la señora se compuso, Amada dijo que yo la había curao. Si yo no le hice nada a la señora, ¿eh?, yo nunca no | jamás, no, nunca si quiera, si quiera le dije una oración o algo por lo, por el estilo y Amada me decía a mí:

—¿Te acuerdas cuando curates a la señora?—.

La dije yo: —Si yo a la señora nunca le hice nada—.

Yo lo único que le | bueno, como dijo aquel “vamos a hacerle unos changuitos, ¿no?”. Yo lo único que te, te recuerdo que le hice, y lo tengo presente en mi mente, que le limpié las manos así, mira. Porque… como que temblaba la señora. Digo:

—¿Qué le pasa, señora?, ¿qué le pasa, señora? —Y le agarré así, mira, así las manos, mira, así las manos, le, le sobé sus manos así.

Y dice la señora: —Ya me siento bien, ya me siento bien—.

Y no más lo que le sobé fue las manos. Pero que yo le haiga hecho nada. Y algo como curioso.

Te voy a platicar, la China y mi nuera, mi verdadera nuera, la, la esposa de Juan, de este, de, del Óscar, ¿qué crees que hicieron? En puras vaciladas, fíjate no más, en puras vaciladas se fueron a León con unos familiares allá, se fueron de vaciladas y, y, y que, y que, que según ellas, fíjate no más hasta dónde llega | y hasta ellas mismas te lo dirán por su propia boca, que taban vacilando ellas, dijo: “No, hombre” que taba malo, malo el señor. Y que una señora y qué que le dice la China:

—Señora, ahorita la curamos nosotros. Tráiganse unas hierbas y ahorita la limpiamos—.

Digo: —¿Pero qué andas haciendo tú, China? Y luego Macaria…—.

La Macaria, que empezaron a… empezaron a limpiar a la señora, fíjate. Pero eso consiste en que tú estás aceptando lo que tú no tienes. Pos decía, decía Tioqueche: “Ustedes son como una piedra, una piedra, una piedra | el que cree es como una piedra pómez entre el agua, y el que cree | y el que no cree es como una piedra maciza que ni el agua le entra”.

Ella cree, cree en todo, que si “me duele el estómago, ya toy enhechizao”. Pues dice que esas son | eran tan, eran así, que en todo creían, que la China empezó a limpiar a la señora y hasta empezó a barrer allí, que la señora, y que se compone la señora. Así de cla- | esa no fue de que, de que un tratamiento de… de explotarla por dinero, no, se compuso la señora. Y le | que le van diciendo al señor, a su marido, un, un señor que taba ahí, dijo:

—Usted también ta enfermo —dijo.

Y que le dice el señor. Dice: —Ah —dice—, pos… por horita aprovechen y cúrenme también a mí—.

Ahí andan haciendo la China, la China y la Macaria haciendo sus payasadas. Mira, el señor no tenía dinero con qué pagarles y dijo:

—Miren, llévense mi, llévense esta chamarra, la compré hace unos ocho días, llévense mi chamarra —dijo.

Dice: Oye —decía Maca—, ¿pos qué hicimos? Pos andamos así por andar vacilando—.

¿Pos qué crees que dice la China? Dijo:

—Y no tarda en llover —fíjate, no más, hasta dónde llega la mentalidad de, de la gente, la mentalidad de la gente. Dijo—, y no tarda en llover —¿eh?, así le dijo la China “no tarda en llover”.

Y como te digo aquel, cuando tú no ves nubes… Porque tú no ves | yo toy viendo para acá, pero no sé para acá, para el lao de Sirena, si habrá nubes. Y así ellos, allí, on taban ahí, pal lao de onde estaban, onde tenían sus ventanas y sus puertas no se veían las nubes, pero las nubes venían tras, tras de acá, pal lao del… pal lao del Cerro Gordo, de acá de, de, de León. Pal lao del Cerro Gordo, por estos rumbos de acá de, de la Sierra de Lobos, ¿eh?, por ahí venían las nubes y que… pues no ven | y que empieza a llover y que empieza a llover, dijo:

—¡Ay! —que la señora dice —esta gente, hay que protegerla —dice—, mira, no más. No tenemos ni qué darles para que se lleven…

[¿…?]

—Pero ¿qué andas haciendo, China?—.

O sea, que mira, digo la mentalidad de la gente… Cuando tú dices “me duele aquí”, ya tas hechizao. No, muchas veces uno, uno, uno mismo… | hay, hay enfermedades mentales, yo toy consciente que hay enfermedades mentales y “me duele”, y “me duele” y te duele. O “no me duele”, sencillamente, “no, no me duele”, “no me duele” y no te duele. Pero hay gente que es tan débil… que cree en esas cosas. Pues yo no… a mí esas cositas como que no me…