Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1326r
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante sesea y neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].
Aclaraciones léxicas:
platicanta: por practicanta.
Anotaciones musicales
Partitura
Transcriptor de la partitura
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
IGRH: 0000
Otras versiones de "La niña perdida"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
(Y) al alcalde de este pueblo y a toda su autoridad
le pedimos que nos deje este papel explicar;
y al público le pedimos que escuche con atención,
si queréis saber, señores, lo que pasó en Aragón.
Una mañana temprano, un hortelano salió
a trabajar en su huerta y en la carretera vio
una niña muy bonita y, a poco a poco, se acerca
y, cogiéndola en sus brazos, se la ha llevado a su huerta.
Y le dice a su señora: —¡Mia qué niña tan bonita!
—¿Dónde te la has encontrao? —Llorando estaba solita—.
Le pregunta la señora: —Di, niña, quién son tus padres—.
La niña, como es pequeña, no ha sabido contestarle.
Y le dice a su marido: —¿No te parece, Miguel,
que nos quedemos con ella y la educaremos bien?—.
La meten en un colegio para que aprenda a estudiar;
la niña, que era muy lista, cada día sabía más.
Le pregunta la señora: —¿Qué carrera quieres, Marta?—.
Y la niña le responde: —Yo quiero ser platicanta*—.
Carrera de platicanta aquella niña estudió
y, en el hospital de Oviedo, hace poco que ingresó.
Y a la sala San Antonio to los días iba Marta
a visitar una señora; veinte años lleva mala.
Hasta que un día la señora le dice medio llorando:
—Se me ha perdido una hija y hoy va a cumplir veinte años,
y de recuerdo llevaba en su pecho un escapulario,
y el retrato de su madre también lo lleva grabado—.
Ella se subió p’arriba, diciendo: —Virgen del Carmen,
yo quiero que me reveles si esta señora es mi madre—.
Y al otro día de mañana, antes que fuera de día,
fue a visitar a la señora porque dormir no podía.
Pero, al entrar, la señora le dijo otra vez llorando:
—Haga el favor, señorita, de enseñar tu escapulario—.
Se abrazan las dos llorando, diciendo: —Virgen del Carmen,
¿quién te ha traído a este sitio pa que cures a tu madre?
Ya no me dan más ataques, ya se me ha curado todo.
Vámonos a nuestra tierra, que allí nos juntemos todos.
—Los padres que me criaron conmigo quiero llevarlos
porque pa mí han sido buenos y además que me criaron.
—Los padres que te criaron también quiero conocerlos
para pagarles con algo este favor que me han hecho.