Mi padre era un agricultor, que está feo que lo diga, pero era extraordinario, un fuera de serie. Sabiendo y duro com- | Vamos, él tenía sus secretos y sus cosas y eso nunca. Él, por ejemplo, sembrar los ajos, eso siempre tenía que ser sembrao en menguante. Sacar las cuadras de los animales y to, siempre en menguante, nunca en creciente. El porqué | Tiene to un porqué. Vamos a poner…, todo lo que se sem- | era en menguante. Y recogida, lo mismo. Las cuadras de los animales en menguante, porque si se sacan en creciente, decía: —Pos bueno, será lo mismo meng…—. No es lo mismo. Porque el estiércol se hace un montón. Como sea en creciente, a los cuatro días hay una cantidad de pulgas allí que no se acerca nad- | Vamos, y otra cosa. Ese mismo estiércol, ese montón, hace cochura, siendo en menguante, hace una fermentación, una cochura que eso, que los exper- | es que ahora nos creemos que los antiguos eran tontos. No. A lo mejor eran más inteligentes, porque tenían menos medios y cómo se iban quedado con las cosas, que acertaban, vamos, más que ahora. Ahora… Vamos, es que eso es que lo he visto yo en mi casa y mi padre siempre lo decía: —Me hago los garbanzos—. No, que tiene que ser en menguante, no, que no—. De ninguna manera. Y esas, esas cosas pos las han aprendío de sus antepasaos y lo han | a lo largo de los siglos, pues lo han ido pasando de unos a otros. Y vamos, y yo creo que no estaban equivocaos. Ahora la gente joven: —¡Bah! Voy a sembrar. ¡Bah! Si es lo mismo que sea en menguante…—. No es lo mismo. Y toas esas teorías, pos en fin, yo creo que estaban muy acertadas, ¿eh?