Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1331r
Informantes
Notas
La informante sesea y neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].
Anotaciones musicales
Partitura
Transcriptor de la partitura
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
Otras versiones de "El soldado de Tortosa"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Esto era un matrimonio muy estimado en el pueblo
que, por desgracia o fortuna, solo una hija tuvieron.
Los padres, llenos de gozo, disfrutaban de alegría
y de nombre le pusieron en la pila, llamada Elvira.
A los dieciocho años, aquella chica ignorante
en custión de casamiento la pretendió un estudiante.
Iba con la picardía y el amante la engañó,
hasta que un día la joven al mundo un niño entregó.
Una mañana temprano, se levantan los abuelos,
fueron a ver a su hija, solo al niño se encontraron.
Los padres, con mucha pena, no hacen más que llorar,
y echaban requisitorias y sin poderla encontrar.
Llega la hora que el niño la mano en quintas metió
y, por desgracia o fortuna, para Melilla marchó.
Ustedes recordarán cuando, en el primer combate,
los cogieron prisioneros al tiempo del desembarque.
Al sitio que los llevaban era una casa de campo,
que por debajo de tierra (y) estaba todo minado.
En aquella casa había de calaveras y espojos,
y los pobres se decían: —Igual harán con nosotros—.
Una mora que allí había con muy malos sentimientos,
con pegarle a los soldados era su divertimiento.
La otra se retiraba por no sentir los clamores,
porque aquella le tenía pasión a los españoles.
—No llores tú, hijos míos ni tampoco compañeros,
y a ver si puedo salvaros con el intento que llevo
cuando mi marido esté en aquel profundo sueño
y también la otra mora con el otro compañero—.
Ya los pillaron dormidos a los moros traicioneros
y entonces se la vengaran de lo que hicieran con ellos.
Ella los vistió de moros para prender el camino,
por si de largo los veían, que no fueran conocidos.
Caminando siete días por los montes sin parar,
hasta que llegan al sitio que pudieron embarcar.
Era cuadro de tristeza, pero de mucha alegría
de que sus padres queridos tenían a su hija Elvira.