Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1336r
Informantes
Recopiladores
Notas
La informante sesea y neutraliza /l/ y /r/ en posición implosiva y final a favor de [r].
Anotaciones musicales
Partitura
Transcriptor de la partitura
Luis Moreno Moreno
Bibliografía
Otras versiones de "La confrontación de un padre y un hijo"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
En la provincia de Oviedo, en un pueblo de la Zarza
(y) habitaba un matrimonio de una familia muy honrada.
Ellos se llevaban bien; su oficio, eran pescadores,
y tenía una vecina que se llamaba Dolores.
Y un día, al venir del puerto, le dice: —Mira, Miguel,
mira que a mí no me gustan las cosas de tu mujer.
Anoche, serían las dos, cuando yo he visto sacar
(y) un hombre por tu balcón; ya te puedes figurar—.
El hombre queda pensando sin saber lo que hacer:
si marcharse al extranjero o matar a su mujer.
Él se ha ido a Buenos Aires, (…………………………)
dejó a su mujer y a su niño con edad de cuatro años.
La pobre de la mujer lloraba de noche y día
sin saber de su fiel marido, dónde pasaría la vida.
Ella sube a tos los barcos preguntando por Miguel,
hasta que un día un pescador le ha dado noticias de él.
—(Y) oiga, usted, buena señora, lo que le voy a decir:
su marido a Buenos Aires se ha marchado desde aquí—.
Y en aquellos mismos días, los papeles arregló
y, al cabo de poco tiempo, (y) a Buenos Aires marchó.
Ella llega a Buenos Aires, por todas partes buscaba.
Viendo que no lo encontraba, regresó otra vez a España.
Ella besaba a su niño, no dejaba de llorar
y se ha subido a cubierta y se ha arrojado a la mar.
Y unos señores muy ricos que en aquel barco viajaron,
al ver el niño solito, lo han cogido en sus brazos.
Lo han cogido en sus brazos y empiezan a preguntar;
como era tan pequeño, no ha sabido contestar.
Y aquel matrimonio tan rico, como eran millonarios,
se lo llevan a su casa y a un colegio lo han llevado.
La carrera de abogado (y) aquel muchacho estudió
y en la provincia de Oviedo su bufete estableció.
Y, al cabo de veinte años, el padre, que regresaba,
busca a su mujer y su hijo y no los pudo encontrar.
Lo metieron en la cárcel por sospechas de familia,
pensando que a su mujer (y) él le ha quitado la vida.
Y al cabo de poco tiempo, (y) a Soria lo trasladaron;
para juzgarle la causa, (y) un defensor le han buscado.
Le pregunta el defensor si es verdad lo que aquí dice:
—¿(Y) es verdad lo que aquí dice, que usted a su mujer mató?
—Yo vengo de Buenos Aires y no los pude encontrar
ni a mi mujer ni a mi hijo. Esto es una falsedad.
—Pues dígame cómo se llama pa poderlo defender.
—Me llamo Miguel Antonio y, de apellido, Rodrigo—.
Se levanta el defensor: —Ya no me puedo aguantar.
(Y) este señor es mi padre; mi madre se tiró al mar—.
Y el público de la sala se levanta espavorido
de ver que un frentamiento de aquel padre y aquel hijo.
Y al público de la sala, le tenemos que explicar:
“No se fíen de vecinas de esas que aconsejan mal.” [Com.]
¶
[Com.: Me falta ahí alguna cosilla que...]