Audio
Clasificación
Fecha de registro:
Referencia catalográfica:
1361c
Categoría:
Informantes
Recopiladores
Notas
En esta versión, las estrofas 5 y 6 funcionan como estribillo, que se repite después de la décima estrofa y al final de la canción.
Registro sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00002 14).
Título indicado en las anotaciones de campo: "La hija del penal".
Muchos de los temas de esta entrevista fueron también transcritos en el Catálogo Folclórico de la provincia de Valladolid.
Transcripción
La hija del penal,
me llaman siempre a mí,
porque mi padre es el carcelero.
porque mi padre es el carcelero.
Jamás sentí el amor,
yo nunca conocí
más que las penas del prisionero.
más que las penas del prisionero.
Mas cierto día,
(y) al ver a un preso,
no sé qué cosa pasó por mí,
que con los ojos
le mandé un beso
y en mis plegarias yo dije así:
—¡Oh!, Virgen del Consuelo,
ven a ayudarme a salvar mi bien,
porque sus penas son mis dolores.
¡Oh!, Virgencita, sálvale,
que quiere su cariño ser
el preso eterno de mis amores—.
(Y) Estaba preso, sí,
porque mató al traidor
que de su hermana el honor burlaba;
y cuando supe yo
su gesto de valor,
sentí quererle con alma brava.
Juró quererme
siempre sincero,
con un cariño de eternidad.
Y yo tan ciega
del prisionero,
juré daría su libertad.
Y en una noche, al fin,
dormir mi padre vi
y aquellas llaves pude quitarle.
Con ellas yo corrí,
la triste celda abrí
y un beso santo le di al librarle.
Con mil angustias, yo le veía
por la muralla libre saltar,
mas no cesaba el alma mía
con ansia loca de suplicar.