Enrique y Lola

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1411r

Informantes

Recopiladores

Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del MINECO “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P).

Agradecemos la valiosa colaboración de Rosa Crespo Moreno, responsable del Centro de Adultos de Santo Tomé (Jaén), y de Jovita Rodríguez Bautista, coordinadora de Centros de Adultos de la comarca de la Sierra de Cazorla.

Bibliografía

IGRH: 5129

Otras versiones de "Enrique y Lola"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3912); Alcalá Ortiz (2016: pp. 40-41); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 56); Atero Burgos (2003: n.º 275); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 107); Benítez Sánchez (1999: pp. 284-285);Benítez Sánchez (2000: p. 282); Checa Beltrán (2005: n.º 45); Díaz (2007: E.12); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 3); Esteve Faubel (1998: pp. 1132-1135); Gómez Garrido (2012: n.º 213); Heredia Menchero (2017: n.º 1018, 1019); Hernández Fernández (2010: n.º 62, 63); Higueras López y Aguilar González (2000: pp. 153-154); Manzano Alonso (2003: pp. 495-498); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 178); Moreno Moreno (2016: n.º 194-196); De Mur Bernad (2015: n.º 82); Pimentel García (2020: n.º 619); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 136); Rico Beltrán (2009: n.º 90); Tejerizo Robles (2007: n.º 456); Trapero (2000a: n.º 150); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 180); Trujillo Pacheco (2017: n.º 76).

Contaminaciones y engarces

Don Bueso + Enrique y Lola (Rico Beltrán, 2009: n.º 35).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Esto eran dos huerfanitos     criados en Barcelona;

el niño se llama Enrique,     la niña se llama Lola.

Enrique se fue al obrero,     trabajando por los mares,

trabajando por los mares,     se ha hecho un grande caballero;

se ha hecho un grande caballero     sin acordarse de Lola.

Mientras que la Lola llora     noche y día por su hermano,

se ha acercado un caballero     para casarse con Lola.

Lola accede al casamiento     solo por no estarse sola.

Un día estando comiendo,     Lola le dice al marido:

—Vámonos para el obrero,     tengo un hermano perdido.

Tengo un hermano perdido     y allí me han dicho que está.

—Pues si es tu gusto, es el mío,     vámonos los dos p’allá—.

Andaron calles y pueblos;     no pudieron encontrarlo.

Y, al poco tiempo, la Lola,     su marido cayó malo;

su marido cayó malo     con la fiebre amarilla;

y, al poco tiempo, la Lola,     ella se quedó solita.

Ella se quedó solita,     ella se ha visto obligada

a pedir una limosna,     que se encuentra desmayada.

Se ha acercado a un caballero     a pedirle una limosna,

y el caballero le dice     con sentimiento: —Perdona—.

Pero al ver el caballero     a aquella joven llorar,

se ha echado mano al bolsillo;     siete pesetas le da.

—Es usted una linda rosa,     es usted un lindo clavel.

A la noche va por casa     y allí la socorreré—.

A la noche fue por casa     y el caballero la vio,

la ha cogido de la mano     y la ha entrado en su habitación.

Le pide cosa imposible,     ella le dice que no:

—Prefiero perder la vida     antes que manchar mi honor.

Si estuviera aquí mi Enrique,     el hermano de mi alma,

sacaría la defensa     por la pobre de su hermana.

—¿Cómo se llama, señora?     —Lola me llamo, señor.

—Toma el cuchillo y me matas,     que he sido tu inquisidor,

que si tú te llamas Lola,      Enrique me llamo yo—.

Y allí fueron los abrazos     y allí fueron conocidos,

y allí fueron los dos abrazos     de los dos hermanos perdidos.

Resumen de "Enrique y Lola"

Dos hermanos huérfanos se separan. Enrique se marcha a La Habana, donde se hace rico, y Lola se queda en Barcelona. Transcurrido un tiempo, con el fin de mitigar su soledad, la muchacha decide aceptar la petición de matrimonio de un hombre. Un buen día, le propone a su marido marchar a La Habana para buscar a su hermano. Sin embargo, una vez allí, su marido contrae las fiebres amarillas y muere a los pocos días. Ella queda pobre y se ve abocada a la mendicidad. Cierto día, pide dinero a un señor acaudalado, que le promete socorro si acude a su casa. Una vez allí, intenta propasarse con la joven, pero se detiene en seco cuando ella pronuncia el nombre de su hermano. Entonces él le pregunta si se llama Lola. Ambos se reconocen y se abrazan.