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Notas
Archivo sonoro perteneciente al Archivo de la Tradición Oral de la Fundación Joaquín Díaz (sign.: ATO 00060 04).
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Transcripción
[Felicidad:] —Esto era un rey y una reina que tenían una hija muy guapa, muy guapa, muy rubia y bueno. Era preciosa la niña. Entonces su papá el día de su cumpleaños la regaló una bolita de oro, y la dijo: “Ten mucho cuidado, no la pierdas porque traerá mala suerte. Está…” | ¿cómo se dice esto? Embrujada, no, al contrario.
[Recopilador:] —Encantada.
[Felicidad:] —Encantada. “Es una bola encantada”.
Entonces la niña jugaba al pie del estanque con ella, un día y se la cayó, al estanque. Y… ella empezó a llorar: “Ay, mi padre, ¿qué me hará? Mi padre el rey me matará”. Entonces había una rana. La dijo:
—¿Quieres tu bola? —Dice— Si quieres tu bola, tú me tienes que prometer que…, que vas a convivir conmigo completamente toda tu vida. O sea, dormirás conmigo, comerás conmigo en mí mismo plato, en fin, todo, todo. Irás de paseo, donde quiera que te presenten en la corte estaré yo contigo y todo esto—.
Entonces la niña cogió y claro, como tenía mucho miedo a su padre que era el rey | lo que le había dicho, pues accedió y… y claro, pues convivió con la rana y hasta que el rey se dio cuenta y la preguntó que qué había pasao y se lo contó, que había perdido la ra- | que había perdido la bola y, y le había salido la rana y todo esto.
Entonces, la niña ya se asqueó de la rana, de tanto con la rana… en todos los sitios y ya cogió y un día dijo “ya no quiero más rana”. Cogió, la estampanó así contra la pared de un golpe: “Yo no te quiero porque...”, ya esto, la estampanó y entonces se volvió un príncipe, ¿no? Y… entonces la dijo que era el príncipe rana que estaba encantao en el estanque y que tenía que ser así para que… la bola esa que le dio su padre, como estaba encantada por una, una maga. Pues todo esto había sido a propósito para que el príncipe se hubiera casao con ella. Dice:
—Pero ahora, como has sido muy soberbia, te tengo que castigar a que, primeramente te hagas mejor—.
Y la niña ya pues se hizo mejor, cuando fue mayor se casó todo esto.