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Notas
En esta versión, se repiten los primeros hemistiquios de los versos 5, 12 y 19.
Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del MINECO “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P).
Agradecemos la valiosa colaboración de Rosa Crespo Moreno, responsable del Centro de Adultos de Santo Tomé (Jaén), y de Jovita Rodríguez Bautista, coordinadora de Centros de Adultos de la comarca de la Sierra de Cazorla.
Bibliografía
IGRH: 0000
Otras versiones de "Los baturros"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Un mañico en Zaragoza de una maña se prendó
de la edad de quince años; se querían con ilusión.
Un día, paseando se acerca un señor
con mucho dinero; le ha dicho que no.
—De ti tengo que vengarme, delante de ese probete.
Tú vendrás en busca mía; mi dinero es el que vence—.
La mañica, como un lirio, a su casa se marchó
a contarle a su mamá todo lo que le ocurrió.
Y su madre le decía: —Debes buscar tu bienestar.
Si te casas con el maño vas a ser una desgraciá,
cásate con el más rico y serás afortuná.
—No me dé usted esos consejos, que yo no puedo tomarlos;
dentro de mi pecho llevo todo el querer de mi maño—.
La mañica, como un lirio, en su cuarto se encerró
y, a las doce de la noche, un guitarrillo sintió.
Era el querer de su maño, que le venía a cantar.
—Pues ya me he enterado que ese ricachón
con tanto dinero rinde nuestro amor.
De él tengo que vengarme aunque me cueste la vida,
que el querer que nos tenemos ese nadie nos lo quita.
Los dos peleando, el rico cayó
de una puñalada que el maño le dio.
—Adiós, mañica del alma; a la cárcel voy por ti.
A ver si tú a mí me quieres como yo te quiero a ti—.
Ya ha cumplido su condena y le dice a su mamá
si su novia ha sido buena o si ha sido regular—.
Y su madre le responde: —Una muchacha muy honrá.
—Pues prepare lo que pueda, que nos vamos a casar—.
Todo el pueblo lo acompaña con guitarra y altavoces:
—¡Viva los hombres valientes y todo el que los conoce!,
que por defender su honor la vida le quitó a otro hombre.