El quintado

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Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del MINECO “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P).

Agradecemos la valiosa colaboración de Rosa Crespo Moreno, responsable del Centro de Adultos de Santo Tomé (Jaén), y de Jovita Rodríguez Bautista, coordinadora de Centros de Adultos de la comarca de la Sierra de Cazorla.

Pendiente de transcripción musical.

Bibliografía

IGRH: 0176

Otras versiones de "El quintado"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3849); Alonso Fernández y Cruz Casado (2003: n.º 9 y 10); Álvarez Cárcamo (2019: 7.7); Asensio García (2004: p. 104); Atero Burgos (2003: n.º 24); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 106); Benítez Sánchez (2000: p. 219); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1990: pp. 174-178); Fraile Gil (2013: n.º 20); Fraile Gil (2016: n.º 27); Gil Muñoz (2010: n.º 39); Heredia Menchero (2017: n.º 995); Hernández Fernández (2010: n.º 6); Higueras Martínez y Aguilar González (2000: p. 152); Jaén Castaño (2018: n.º 547-548); Manzano Alonso (2003: pp. 213-221); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 16); Moreno Moreno (2016: n.º 23-28); Pimentel García (2020: n.º 130); Piñero Ramírez (1996: n.º 25); Piñero Ramírez (2004: n.º 19); Piñero Ramírez (2013: n.º 20); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: pp. 49-51); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1987: n.º 32); Rico Beltrán (2009: n.º 21); Suárez López (2009: n.º 226); Tejerizo Robles (2007: n.º 382-383); Tomé Fernández (2009: p. 235); Trapero (2000a: n.º 24); Trapero (2003: n.º 13); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 26); Trujillo Pacheco (2017: n.º 18, 19); Valenciano López de Andújar (1994: n.º 57); Vázquez León (1993: n.º 13).

Contaminaciones y engarces

El quintado + Aparición de la enamorada muerta (Álvarez Cárcamo, 2019: 9.5; CLO, 0148r, 0292r, 0293r, 0570r, 0601r, 0686r, 0998r, 1061r, 1085r, 1145r, 1435r, 1531r; Díaz, 2007: F.13; Esteve Faubel, 1998: pp. 1098-1099; Fraile Gil, 2013: n.º 22; Hernández Fernández, 2010: n.º 7; Jaén Castaño, 2018: n.º 549; Mendoza Díaz-Maroto, 1990: n.º 17; Moreno Moreno, 2016: 27.b-d, 28; Piñero Ramírez, 2004: n.º 20; Piñero Ramírez, 2013: n.º 21; Rico Beltrán, 2009: n.º 22; Schubarth y Santamarina, 1987: n.º 24a; Trapero, 1985: n.º 85; Trapero, 2000a: n.º 25; Trapero, 2000b: n.º 70; Trapero, 2003: n.º 14; Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 27; Trujillo Pacheco, 2017: n.º 21; Valenciano López de Andújar, 1994: n.º 58.b, 57.b); El quintado + Aparición de la enamorada muerta + Muerte de la novia (Trapero, León Felipe y Monroy Caballero, 2016: n.º 28); El quintado + ¿Dónde vas, Alfonso XII? (Schubarth y Santamarina, 1987: n.º 24c).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Estudios

GONZÁLEZ, A. (1994). La aparición y El quintado. Renovación y conservación a través del cruce. En D. Catalán, J. A. Cid Martínez y A. Valenciano (Coords.), De Balada y Lírica, 1. 3er Coloquio Internacional sobre el Romancero, vol. 1 (pp. 345-357). Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal – Universidad Complutense de Madrid.

Transcripción

—Soldadito, soldadito,     ¿qué te pasa que estás tan triste?

¿(Y) Es que te marea el mar     o el humo de las corrientes?

—A mí no me marea el mar     ni el humo de las corrientes,

y es que me he casado hoy     y me llevan a la guerra.

—¿Tan bonita es tu mujer     que tanto te acuerdas de ella?

—Si ustedes la quieren ver,     la llevo en la cartera—.

Sacó la fotografía     para que todos la vieran,

y el capitán, que la vido,     puso sus ojos en ella.

—Soldadito, soldadito,     te puedes marchar con ella,

que por un soldao más o menos     no perderemos la guerra.

Resumen de "El quintado"

Un muchacho recién casado es reclamado para quintas. En las versiones más extensas, los soldados se detienen a merendar o a comer en el campo. Mientras que todos se divierten, el joven quinto se muestra apenado. Un superior le interroga acerca de la causa de su aflicción. Él le confiesa que no puede soportar la ausencia de su esposa. Ante la insistencia del superior, le enseña un retrato de ella. En las versiones más extendidas, el superior queda deslumbrado por su belleza y le concede la licencia; en otras, el muchacho le ofrece a cambio de su libertad una cadena que le había entregado su mujer. Cuando el soldado vuelve a casa o a casa de su suegra, le pide a su esposa que le abra la puerta. En un principio, esta se niega, pues no reconoce al marido. En algunas versiones le pide que le muestre la cadena para cerciorarse de su identidad, pero él le explica el caso; en otras, el quinto se disfraza de peregrino y llega pidiendo limosna. Todos los desenlaces citados concluyen con el feliz reencuentro de los amantes.