Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del MINECO “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P).
Agradecemos la valiosa colaboración de Rosa Crespo Moreno, responsable del Centro de Adultos de Santo Tomé (Jaén), y de Jovita Rodríguez Bautista, coordinadora de Centros de Adultos de la comarca de la Sierra de Cazorla.
Anotaciones musicales
Comentarios musicológicos de Esther Navarro Justicia:
A medida que avanza la interpretación, la métrica presenta variaciones, sobre todo por ajustes con el texto, ya que algunos versos se alargan.
También el tempo se va acelerando.
El ritmo comienza con subdivisión ternaria. En la segunda copla se transforma en binaria, aunque quizá, debido al esfuerzo que hace la informante por recordar conforme avanza, debamos tomar como referencia la primera. No deja de ser curioso, de todas formas, que esta variación sugiere una polirritmia de 3/4 sobre 6/8 o bien se aproxima al patrón de algunos compases flamencos.
La afinación del La bemol a veces es alta, por lo que, al resolver a Sol, la cadencia que se produce crea una confusión entre modo frigio y modo menor.
La duración del silencio en el último compás es relativa. Su función se debe a otros parámetros, como la respiración de la informante o el simple hecho de señalar un final, sin más.
Esther Navarro Justicia
Bibliografía
Otras versiones de "María Luisa está planchando"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
María Luisa está planchando, ha pasado un caballero
y l’ha dicho: —María Luisa, ¿quieres plancharme el pañuelo?
—No, no, no, no te lo plancho porque está mi madre arriba;
baja, me ve planchando, la plancha me tira encima.
—No, no, no, no te la tira porque hay un caballero
que te quiere y te ama y ha de ser tu compañero.
Si me desprecias por pobre con cuatro casas que tengo.
—Ni te desprecio por pobre ni tampoco por la edad,
que te desprecio porque tienes una larga enfermedad.
—María Luisa, si los besos que te he dado se te volvieran verrugas,
parecería tu cara un racimito de uvas.
—Si me desprecias por pobre con cuatro casas que tengo:
la iglesia, el hospital, la cárcel ni el cementerio.
—Ni te desprecio por pobre ni tampoco por la edad,
te desprecio porque tienes una larga enfermedad.
—Si las ventanas se abrieran y las puertas del castillo por testigo,
yo te diría algún día, María Luisa, mi enfermedad la que ha sido.