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Notas
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Notas del recopilador
El relato está narrado en árabe chauní.
Nota de Ángel Hernández Fernández, Anselmo J. Sánchez Ferra y José Luis Agundez García
Se trata de un relato reconocible. Aunque introduce motivos de distintos tipos de manera un tanto incoherente, se reconocen claramente las tramas de ATU 480, La muchacha bondadosa y la cruel, y 510B, Piel de asno, con el motivo característico del anillo en la comida que sirve para reconocer a la amada.
Bibliografía
Publicado en: MOSCOSO GARCÍA, Francisco. 2003. El dialecto árabe de Chauen (norte de Marruecos). Estudios lingüístico y textos. Zaragoza, Área de Estudios Árabes e Islámicos, Universidad de Cádiz, pp. 254-260.
Transcripción
Traducción
Unas chicas estaban sentadas por la noche, disfrutando de la velada, sin trabajar. Y estando así, pasaron unas personas y les oyeron hablar. Una de ellas decía que quería casarse con un hombre que fuera rico, aunque tuviera las mejillas rajadas (tuviera cicatrices). Tomó la palabra otra y dijo: «quiero casarme con un hombre que sea comerciante, es decir, que no sea esclavo, que sea un hombre rico». Otra, la pequeña de ellas decía que quería casarse con un hombre que fuera instruido, que leyera, aunque fuera pobre, que no tuviera nada.
Vino un hombre y pidió la mano de aquella primera, se casó con ella, el siervo que tenía cicatrices en las mejillas y que poseía mucho dinero, tanto que no sabía cuánto. Otra se casó con aquel hombre que había pedido, el que quería, se casó con él. Llegó el hombre de la pequeña, la que quería un hombre instruido, aunque fuera pobre, que no tuviera nada, solamente que leyera bien. Se casó con él, se casó con él.
Las otras tenían mucho dinero y la pequeña nada. Ocurrió que enfermó, se quedó embarazada... en su vientre, enfermó. Necesitaba comer algo. Vino su hermana y le dijo: «hermana mía, ven a mi casa y aquello que desees yo te lo haré». Entonces se marchó y la otra le dijo nuevamente: «hermana mía, ven a mi casa y aquello que desees yo te lo haré». Marchó a casa de la primera hermana y le dijo: «hermana mía, desearía un cuscús, quiero un cuscús que sea de... aquello... que sea, no sé cómo se llama esto...» Le respondió: «de acuerdo». Le preparó aquel cuscús y la llamó. Puso su mano sobre el cuscús y se quemó. «Por Dios hermana, por Dios hermana, mi mano, mi mano, mi mano». Le dijo: «Hierve. Quien dijo que quiere un hombre pobre... tu dijiste que querías un hombre pobre. Nada, no hay nada».
Se marchó llorando, se fue llorando. Su marido la vio. La gente lo vio a él y le dijo: «¿Qué te ocurre?» Estaba muy enfadado. Les dijo: «esto es lo que le ha sucedido a mi mujer». Le prepararon aquel cuscús, lo aderezaron y se lo dieron. Otra vez se le antojó una comida a la que dicen «bū-ʔūḏən» y marchó a casa de la otra hermana. Le dijo: «me gustaría...» (Le dijo la hermana:) «¿Qué quieres hermana?» Le respondió: «quiero bū-ʔūḏən». En ese momento, le dijo: «de acuerdo, te lo haré». De nuevo se lo preparó y se lo aderezó. Ella fue a comer, metió su mano en la comida y se la quemó otra vez. Entonces le dijo (su hermana): «¿Este hombre que la gente toma como esposo, es un hombre pobre? No tienes nada». Empezó a llorar hasta que se cansó. Nuevamente la gente, el barrio, se reunió en torno a él y le preparó aquella (comida) completa. Permanecieron así algunos días.
Aquella chica ahora... aquel hombre, ahora aquella rica... invitaron al Sultán, lo invitaron a su casa. Lo trajeron a su casa. Lo trajeron a su casa y cuando lo trajeron, aquella mujer, aquella chica, aquella mujer cuyo marido era pobre, tenía una hija así, que cautivaba con su belleza, muy hermosa. Se dirigió a ella y le dijo: «por favor, hermana, el Sultán vendrá a nuestra casa, lo vamos a invitar. Dame ahora a tu hija para que sirva los platos». Le respondió: «muy bien». Y dijo a su hija: «ve, hija mía, a casa de tu tía». Se fue a su casa, sirvió los platos, los preparó, les lavó las manos, le echó a él agua para que se lavara sus manos. Se deslizó el anillo de su mano y fue a parar a la mano de esta chica. Le gustó la chica, le gustó la chica y le dio aquel anillo.
Cuando salió aquella chica, le dijo: «¿De dónde te ha venido esta chica? Tú eres un siervo negro y no muy afortunado, un siervo, y esta chica, ¿de dónde te ha venido?» Le respondió: «es mía, mi hija». Le dijo: «¿Qué estás diciendo, tu hija va a ser así?» Le respondió: «es mi hija». Pero ella no era su hija. Le dijo: «tú me la darás». Le respondió: «yo te la daré». Se la pidió en matrimonio y él se la dio. Le dijo: «yo te la daré». La aceptó como esposa.
Aquella chica había escondido el anillo, no se los enseñó, no se lo enseñó a su tía. Escondió este anillo y se fue a casa de su tía, a casa de su madre. Empezaron a preparar la boda. Dijo: «querrá casarse». Ahora, el hombre que había pedido la mano de la niña quería casarse. Marchó (la hermana) y le dijo: «por favor, hermana, dame a tu hija para que blanquee conmigo la casa». Le dijo: «de acuerdo». Se la dio y blanqueó con ella la casa. Le dijo: «por favor, hermana, dame a tu hija para que venga conmigo al río, para que vayamos al río a lavar, para que venga conmigo a lavar la ropa». Le respondió: «de acuerdo».
Su hija, en ese momento, estaba mimada. Tenía una hija. Pero su hija (entonces) era la criada, criada, mala. Él le dijo: «aquella es mi hija». Iba a subirle a la criada (sobre el palanquín para casarla), (pero) no iba a darle a aquélla sino a su hija; aquella sólo era para que hicieran con ella el camino. Le dijo: «dame a tu hija». Y se la dio.
Marcharon al río para lavar, marcharon al río para lavar. Lavaron, enjuagaron y tendieron las ropas. Se fue aquella niña a dar un paseo. Ahora es la chica que tenía el anillo, la que era hermosa. Se fue a pasear y encontró un jazmín. Encontró aquel jazmín mustio y seco. Entonces le dijo éste: «por favor, hija mía, si me riegas y me limpias, Dios pondrá mi mejilla en la tuya y mi olor en tu olor». Le respondió: «de acuerdo». Se dirigió al jazmín, lo limpió, lo regó, le quitó la suciedad, lo arregló y lo dejó como nuevo. Le dijo: «ve hija mía, que Dios ponga mi olor en tu olor, mi mejilla en tu mejilla y mi aspecto en tu aspecto». Se fue, se marchó y de nuevo llegó... de nuevo continuó su camino, continuó andando y encontró la rosa, igualmente seca. Se dirigió a ella y le dijo: «por favor, hija mía, si me riegas, me rocías con agua y me limpias...» Le respondió: «de acuerdo». Le dijo: «que Dios ponga mi mejilla en tu mejilla y mi olor en tu olor». La niña se volvió blanca y roja, como si estuviera iluminada. Nuevamente se dirigió a ella, la regó, la roció y la arregló. Y entonces se volvió de otro color. Aquella niña se hizo más hermosa. Siguió su camino, siguió su camino y encontró a un burro, con mis respetos hacia ti, un burro. Encontró al burro y le dijo: «por favor, hija mía, si me das de beber y me limpias bien...» Y ella le respondió: «de acuerdo». Entonces él le dijo: «que Dios ponga mis ojos en tus ojos». Sus ojos se volvieron como inclinados y hermosos. Lo limpió, le dio de beber, le dio de comer, lo alimentó y bebió... no necesitó nada más.
Se fue, se marchó a la casa de su tía y ésta le dijo: «¿por qué vuelves así, hermosa?, ¿dónde has estado?» Le respondió: «estuve sólo en tal lugar». Dijo a su hija: «ve tú también». Se fue su hija. Cuando se marchó, se marchó a pasear, encontró también a aquel jazmín primero. Le dijo: «por favor, hija mía, si me riegas y me limpias...» Le respondió: «que Dios te haga vivir, yo soy la hija del Sultán, soy la hija del hombre rico y voy a casarme con el Sultán, yo soy la hija del comerciante y voy a casarme con el Sultán». Entonces le dijo: «que Dios haga que mis hojas y mis espinas salgan en tu piel». Y se volvió llena de espinas, llena de hojas. Entonces la niña parecía como cubierta de espinas, volviéndose aún más fea. Continuó hacia donde estaba la rosa, se dirigió a ella la rosa y le dijo: «por favor, hija mía, si me riegas y me rocías...». Entonces ella le dijo: «que Dios te haga vivir mucho tiempo, yo soy la hija del comerciante y voy a casarme con el Sultán y yo... que Dios te haga vivir mucho tiempo». Entonces ella le dijo: «que Dios haga que mis espinas crezcan en tu piel». Aquella niña se puso repleta de espinas, aquella niña... De nuevo se fue hacia... De nuevo continuó el camino y encontró al burro, tal como lo había encontrado la otra, y las flores. Encontró el burro y dijo: «por Dios, por favor, hija mía, si me limpias bien y me das de beber...» Le respondió: «que Dios te haga vivir mucho tiempo y te haga llegar... yo soy la hija del comerciante y voy a casarme con el Sultán». Entonces le respondió: «que Dios haga que mi orina salga entre tus ojos». Se marchó... se marchó aquella niña desfigurada; no se la podía mirar, no se la podía mirar. Marchó desfigurada, no se la podía mirar.
Empezaron a celebrar la boda, empezaron a celebrar la boda. Cuando empezaron a celebrar la boda, le dijo (su hermana): «por favor, hija mía, desearía que me dieras a tu hija para mostrarla a los invitados el día señalado». Le respondió: «muy bien». Se la dio. Entonces, el día en el que la chica iba a subir (al palanquín) marcharía a su casa. Le dijo: «por favor, hermana mía, dame a tu hija para que la suba y marche, pues ella será la novia». Se fue. Se la dio, se la dio.
Aquel hombre, el pobre, cuando ella le dio (a su hermana)... subieron a aquella niña. Entró y encontró a la novia hermosa. Se adelantaron rápidamente, mostraron a aquella primera que lo distrajo así. Él se retiró y aquella chica también y aquella desgraciada se puso en su lugar, ella... fea... la que era de él. Aquella ocupó (su lugar). El hombre, cuando levantó el rostro de la mujer encontró aquella fealdad y enfermó, se volvió como poseído. Enfermó y se volvió como poseído. El hombre parecía como muerto, como muerto, como muerto (a causa) de aquella desgracia de aquella niña. Ella permaneció sentada. No tenía ojos ya que estos habían sido perturbados por ella al mirarla. No hizo (nada) y enfermó, enfermó.
Le llegó la noticia a aquella niña –ahora, la de él, aquella que es hermosa–, supo que había enfermado, enfermado, y se fue a llamar a la puerta, se fue a casa de ellos (el Sultán y la madre). Ahora no se puso sino un vestido... sencillo, así, de esta forma. Y partió a casa de ellos. Ella no dijo quién era. Se fue a casa de ellos. Encontró a su madre de esta guisa. Se presentó ante ella y le dijo: «por favor, he venido a vuestra casa como invitada». Le respondió: «muy bien, entra, bienvenida». La hizo entrar y la sentó en la cocina. Vio que estaba haciéndole la sopa. Le dijo: «tengo a mi hijo enfermo y estoy haciéndole una sopa». Le dijo ella: «muy bien». Aquel anillito que él le había dado, lo traía con ella. Su madre se ausentó así un momentito y ella deslizó aquel anillito y se lo puso en la tacita de la sopa que iba a darle. Su madre cogió para él la sopa sin ver aquel anillo. Él bebió aquella sopa y encontró aquel anillito. Lo recordó, recordó aquel anillo, se acordó de aquel anillo y preguntó a su madre quién estaba con ellos. Entonces ella le respondió: «no hay nadie con nosotros, tan sólo una chica, ella sola... una chica que ha venido a nuestra casa, ahí está sentada en la cocina». Le dijo: «dile que venga aquí para que pueda verla». Le respondió: «¡Hijo mío! ¿Qué vas a hacer con ella?» Le respondió: «dile que venga aquí para que pueda verla». Se dirigió a donde estaba ella y le dijo: «mi hijo te pide que vayas a donde está él para que pueda verte». Cuando entró, se acordó de ella, recordó su anillo, el que le había dado, y recordó a aquella chica. Le dijo entonces: «¿Quién eres tú?» Le respondió: «esta soy yo y esto es lo que ocurrió». Ahora le contó (lo sucedido). Le dijo: «vete, pues yo voy a pedirte en matrimonio». Descansó y se recuperó de su enfermedad. Descansó y marchó a pedirla en matrimonio a su padre. La otra se fue, la que era negra, se fue. La pidió en matrimonio, preparó la boda y se casó con ella. ¿Es bonito el cuento? Rebobínalo, rebobínalo.
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Transcripción
Kānu šăy d lə-bnāṯ, kānu f əl-līl gālsyīn, sāmʀīn, ma lā-yĭʔʔīw š-šġŭl. īwa hāyḏa, u gāzu šăy n-nās, gāzu šăy n-nās u səmʕūhŭm lā-yhăḍʀu. ʔāləṯ wāḥd əl bĭnţ, ʔāləṯ hĭyya lā-yxăṣṣa dʕăbbi ʀāžĭl u yçūn ţāžĭʀ u wāxxa ykūn ʕăndu mšăʀʀăṭ lă-ḥnāk. žāṯ āxʀa ʔāṯṯ[1] la: «āna xăṣṣni nʕăbbi ʀāžĭl u ykūn ţāžĭʀ, zăʕma, u ykūn māši l-ʕăbd, ykūn ʀāžəl ţāžəʀ». āxʀa, ṣ-ṣġīʀa dyāləm, ʔāləṯ lā-yxăṣṣa dʕăbbi ʀāžĭl ykūn ṭāləb, lā-yĭʔʀa, wāxxa ykūn dăʀwīš, ʕăndu wālu, ġa ykūn lā-yĭʔʀa.
ğa wāḥ əl-ʔīnsān yăxṭŭb dīç əl-lŭwwlĭyya, ʕăbbāha, ʕăbd mšăʀʀăṭ lă-ḥnāk, ʕăndu l-flūs bəzzāf, bəzzāf əl-flūs ʕăndu d ʀāsəm[2]. ğa āxʀa ʕāw ṭălbəṯ dīç əʀ-ʀāžĭl, ʕāwəḏ āxŭʀ d ka(n) xăṣṣa, ʕāwəḏ ʕăbbāṯu. ğa ʀ-ʀāžəl d əṣ-ṣġīʀa, xăṣṣa ʀāžəl ṭāləb u ykūn dăʀwīš, ma ʕăndu wālu, ġa ykūn ġa ṭāləb, ġa lā-yĭʔʀa məzyān. ʕăbbāṯu, ʕăbbāṯu.
āxʀīn ʕăndəm əl-flūs bəzzāf w āxʀa ma ʕăndə[3] š. ğāb ăḷḷāh, măʀṭăṯ[4], ʔʔāṯ l-ʕyāl... f băṭna, măʀṭəṯ. ka(n) yxăṣṣa ši ḥāža dākla. ğāṯ ŭxţa, ʔāṯṯ la: «a xţi, āži n ʕăndi, šənnu yʔūl ləç ʕăʔləç ʕlīh, năʔʔīh ləç». ʕāw mšāṯ, ʕāw āxʀa ʕāw ʔāṯṯ la: «āži ŭxţi n ʕăndi, šənnu lā-yʔūl ləç ʕăʔləç, năʔʔīh ləç». mšāṯ hĭyya n ʕănd ŭxţa l-lŭwwlĭyya, mšāṯ n ʕănd ŭxţa l-lŭwwlĭyya, ʔāṯṯ la: «a xţi, āna ʔāl li ʕăʔli ʕla kəsksu, xŭṣṣni kəsksu ykūn... m... hāḏīç... u ykūn ma năʕʀăf ši dīç əš-ši...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa...» ʔʔāṯ la dīç kəsksu u ʕăyyṭăṯ la. hĭyya măddəṯ yĭdda ḏāçŭl, hĭyya ţəkkāṯ la yĭdda f ʔălbu w ḥăʀʔəṯ la yĭdda. «ăḷḷāh ya xţi, ăḷḷāh ya xţi, ăḷḷāh ya xţi, yĭddi, yĭddi, yĭddi». ʔāṯṯ la: «lā-dăġli, lli yʔūl xăṣṣu ʀāžəl dăʀwīš, nţīna ʔŭlţ xăṣṣəç ʀāžəl dĭʀwīš, wālu, ma kāyən ši».
mšāṯ f ḥāla dā-dəbki, mšāṯ f ḥāla dā-dəbki. šāfu ʀ-ʀāžəl dyāla, šāfūh n-nās, (ʔālu lu:) «wāš ʕăndəç?» fŭʔṣān. ʔāl ləm: «lə-mʀa ha šu ʔʔa ʕla, ha šu ʔʔa ʕla, ha šu ʔʔa ʕla». ʔʔāw lu dīç kəsksu w ṣăġġbūh lu w ʕṭāwăh lu. ʕāwəd ʔāl la ʕăʔla ʕla ši ḥāža lā-yʔūlu «bū-ʔūḏən». ʔāl la ʕăʔla «bū-ūḏən». ʕāw mšāṯ n ʕănd ŭxţa āxʀa, ʔāṯṯ la: «ʔāl li ʕăʔli...» «āš xăṣṣăç ŭxţi?» ʔāṯṯ la: «xăṣṣni bū-ūḏən». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa, năʔʔīh ləç». ʕāwəḏ ʔʔāṯu la w šăġġbāṯu la. hĭyya mšāṯ dāklu. hĭyya ʕāw ţəkkāṯ la yĭdda fīh, ʕāw ḥăʀʔəṯ la yĭdda, ḥăʀʔăṯ la yĭdda. ʔāṯṯ la: «hād əʀ-ʀāžəl əlli yʕăbbīw n-nās ʀāžəl dĭʀwīš? ma ʕăndəç wālu». ʔāməṯ dəbki ḥătţa ʕyāṯ. ʕāwəd ən-nās, ʕāwəd əl-ḥăwma, ʕāw ğəmʕu lu, ʕāwəd, ʔʔāw lu dīç əš-ši kāməl. ʕāw bʔāw hāyḏāç ši ăyyāmāṯ.
dīç əl-ʕāyla dāba... dīç əʀ-ʀāžəl, dāba dīç ət-ţāžʀa, ḍāyfu s-sŭlṭān, ḍāyfu s-sŭlṭān n ʕăndəm. ğābūh n ʕăndəm… ğābūh n ʕăndəm, mnāyn ğābūh n ʕăndəm, hĭyya, dīç lə-mʀa, dīç əl-ʕāyla, dīç lə-mʀa d ʕănd əʀ-ʀāžəl dĭʀwīš, ʕănda ši ʕāyla hāyda, lā-dăxṭŭf b zăyn, məzyāna bəzzāf. ğāṯ hĭyya, ʔāləṯ la: «xāylla ya xţi, māš yži n ʕăndna s-sŭlṭān u māš nḍāyfūh u ḏāba āʕṭīni bənţəç ddăxxăl əl-ʔšāʕi». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa». ʔāṯṯ la: «sīr a bənţi n ʕănd xālţəç». mšāṯ n ʕănda, dăxxləṯ la l-ʔāšāʕi w wəğğdəṯ, xăsləṯ ləm yĭddəm, dăxxləṯ lu l-ma yăxsəl[5] yĭddu. səll l-xāṯəm mən yĭddu w bʔa ʕănd dīç əl-ʕāyla f yĭdda. ʕăžbāṯu l-ʕāyla, ʕăžbāṯu l-ʕāyla, ʕṭāha dīç əl-xāṯəm.
mnāyn xăʀğəṯ dīç əl-ʕāyla, ʔāl lu: «mnāyn ğāṯəç ha l-ʕāyla? nţi l-ʕăbd, kḥăl mkəffəs, l-ʕăbd, u hā əl-ʕāyla, mnāyn ğāṯəç?» ʔāl lu: «dyāli, bənţi». ʔāl lu: «bni, yāḷḷāh ya wŭddi, bənţəç māš dkūn hāyda?» ʔāl lu: «bənţi». u hĭyya māši bənţu. ʔāl lu: «dăʕṭīha li». ʔāl lu: «năʕṭīha ləç». xăṭba mənnu, ʕṭāha lu. ʔāl lu: «năʕṭīha ləç». ʕăbbāha.
hĭyya dīç əl-ʕāyla, dīç əl-xwīṯma xăbbʕāṯa, ma wŭʀʀāṯa ləm ši, ma wŭʀʀāṯa ši n xālţa. xăbbʕəṯ dīç əl-xāṯəm, mšāṯ f ḥāla n ʕănd xālţa, n ʕănd yĭmmāha. ʔāmu yĭʔʔīw l-ʕŭʀs. ʔāl: «māš yxŭṣṣu l-ʕŭʀs». dāba ʀ-ʀāžəl d ʕăbbăʕ əl-ʕāyla, lā-yxŭṣṣu l-ʕŭʀs. mšāṯ hĭyya ʔāṯṯ la: «xāylla ya xţi, āʕṭīni bənţəç dbĭyyəṭ mʕāy d-dāʀ». ʔāṯṯ la: «wāxxa». ʕṭāṯa la, bĭyyṭəṯ mʕāha d-dāʀ. ʔāṯṯ la: «xāylla ya xţi, āʕṭīni bənţəç dəmši mʕāy n əl-wād bāš nəmšīw n əl-wād nṣăbbnu, dəmši dṣăbbən mʕāy l-ḥwāyəž». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa».
dāba bənţa mfəšša[6], ka ʕănda bənţa, b əl-ḥăʔʔ bənţa l-xādəm, xādəm, ʔbīḥa. hŭwwa ʔāl lu: «hāḏīç bənţi». hŭwwa māš yʀăkkəb lu l-xādəm, māš... yăʕṭīh ši hādīç, bənţu māš yăʕṭīh u hāḏīç ġa lā-yĭʔʔīw bīha ṭ-ṭʀīʔ. ʔāl lu: «āʕṭīni bənţəç». ʕṭāṯa la.
mšāw n əl-wād yṣăbbnu, mšāw n əl-wād yṣăbbnu, ṣăbbnu w ṣăġġbu w ʕăllʔu l-ḥwāyəž. ʔāməṯ dīç əl-ʕāyla dəssāʀa. dāba l-ʕāyla d əl-xāṯəm, dāba l-ʕāyla hĭyya mzīwna. ʔāməṯ dəssāʀa w ṣābəṯ wāḥ əl-yāsmīna, ṣābəṯ dīç əl-yāsmīna, məlwāḥa yābsa. ğāṯ hĭyya ʔāṯṯ la: «xāylla ya bənţi, īla ma ḏəsʔīni w ḏnăʔʔīni, ăḷḷāh yĭžʕăl xăddi f xăddəç u fĭḥţi f fĭḥţəç». ğāṯ hĭyya ʔāṯṯ la: «wāxxa». mšāṯ n dīç əl-yāsmīna w năʔʔāṯa w sʔāṯa w zŭwwləṯ la mənna z-zbəl u ṣăġġbāṯa w ʕăddlāṯa. ʔāṯṯ la: «sīʀ a bənţi, ăḷḷāh yĭžʕăl fĭḥţi f fĭḥţəç u xăddi f xăddəç u ʔăddi f ʔăddəç». mšāṯ f ḥāla, mšāṯ f ḥāla, ʕāw ğāṯ... ʕāw zādəṯ n nīhīn, zādəṯ n nīhīn. ṣābəṯ l-wăʀda, ʕāw yābsa. ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «xāylla ya bənţi, īla ma dəsʔīni w ḏʀŭššni w ḏnăʔʔīni...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa». ʔāṯṯ la: «ăḷḷāh yĭžʕăl xăddi f xăddəç u fĭḥţi f fĭḥţəç». ʀăžʕəṯ əl-ʕāyla bəyṭa w ḥămʀa, hāyḏa ḏā-ḏəšʕăl. ʕāw mšāṯ n-nīla, săʔāṯa w ʀăššāṯa w ṣăġġbāṯa. ʕāw ʀăžʕəṯ f ən-năwl āxŭʀ. ʕāw dīç əl-ʕāyla, zādəṯ, zyānəṯ, u zādəṯ n nīhīn, zādəṯ n nīhīn u ṣābəṯ wāḥ lă-ḥmāʀ, ḥāšāç, ḥmāʀ, ṣābəṯ lă-ḥmāʀ, ʔāl la: «xāylla ya bənţi, īla ma ḏšăʀʀăbni w ḏxămməl li...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ lu: «wāxxa». ğa hŭwwa, ʔāl la: «ăḷḷāh yĭžʕăl ʕăyni f ʕăynəç». ʀăžʕu ʕăyna ʔădd māylīn ġĭzlān. xămmləṯ lu, šăʀʀbāṯu, wŭkklāṯu w ʕṭāṯu yākŭl u šʀăb u ma xăṣṣu ḥătţa ši ḥāža.
mšāṯ f ḥāla. mšāṯ n ʕănd xālţa, ʔāṯṯ la: «ʕlāš ʀğăʕţ hāyḏa, məzyāna? fāy kŭtţ?» ğāṯ hĭyya ʔāləṯ la: «āna mšīṯ ġa n ġa fāyn». ʔāṯṯ n bənţa: «sīʀ u nţi n ʕāwəḏ». mšāṯ bənţa, mnāyn mšāṯ bənţa, mšāṯ dəssāʀa, ṣābəṯ dīç əl-yāsmīna hĭyya l-lŭwwlĭyya ʕāwəḏ. ʔāṯṯ la: «xāylla ya bənţi, īla ma ḏəsʔīni w ḏnăʔʔīni...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «ʀăbbi ma yʕăyyšəç, āna hĭyya bətţ[7] əs-sŭlṭān, āna hĭyya bətţ ət-ţāžĭʀ u māš nʕăbbi s-sŭlṭān w āna bətţ ət-ţāžĭʀ u māš nʕăbbi s-sŭlṭān». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «ăḷḷāh yĭžʕăl l-wʀāʔ dyāli yxŭʀğu f lăḥməç u š-šūç dyāli yxŭʀğu ləç f lăḥməç» u ʀăğʕăṯ mʕămmʀa b əš-šūç, mʕămmʀa b əl-wʀāʔ. ğāṯ əl-ʕāyla, ʔăddəṯ ma kānəṯ mšŭwwça, ʔăddəṯ ma zādəṯ, ʔăbḥəṯ... zādəṯ n ʕănd əl-wăʀda, zādəṯ n ʕănd əl-wăʀda, ʔāṯṯ la: «xāylla ya bənţi, īla ma ḏəsʔīni w ḏʀŭššni...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «ʀăbbi ma yʕăyyšəç, āna hĭyya bətţ ət-ţāžĭʀ u māš yʕăbbīni s-sŭlṭān w āna... ʀăbbi ma yʕăyyšəç». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «ăḷḷāh yĭžʕăl əš-šūç dyāli ynəbžu ləç f lăḥməç». ʕāw ʀăžʕăṯ mʕămmʀa b əš-šūç. dīç əl-ʕāyla, ʕāw mšāṯ n ʕănd... ʕāw zādəṯ n nīhīn, ṣābəṯ lă-ḥmāʀ, kīf ṣābāṯəm āxʀa, ṣābəṯ lă-ḥmāʀ, ʔāl la: «ăḷḷāh, xāylla ya bĭnţi, īla ma ḏxămməl li w šăʀʀăbni...» ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ lu: «ʀăbbi ma yʕăyyšəç wa la kān ybəllġăç... āna hĭyya bətţ ət-ţāžĭʀ u māš nʕăbbi s-sŭlṭān». ğa hŭwwa, ʔāl la: «ăḷḷāh yĭžʕăl əl-būla dyāli dənbəṯ ləç băyn ʕăynəç». mšāṯ f ḥāla... mšāṯ mšŭwwha dīç əl-ʕāyla, ma fīha ma yĭnšāf, ma fīha ma yĭnšāf. mšāṯ mšŭwwha, ma fīha ma yĭnšāf.
ʔāmu yĭʔʔīw l-ʕŭʀs, ʔāmu yĭʔʔīw l-ʕŭʀs. mnāyn ʔāmu yĭʔʔīw l-ʕŭʀs, ʔāṯṯ la: «xāylla ya xţi, īla ma ḏăʕṭīni bĭnţəç nbăʀʀza f ən-nhāʀ d əḍ-ḍhōʀ». ğāṯ, ʔāṯṯ la: «wāxxa». ʕṭāṯa la. ʕāwəḏ, ʕāwəd n-nhāʀ d māš dā-ḏăʀkəb l-ʕāyla, māš dəmši f ḥāla n əd-dāʀ dyāla. ʔāṯṯ la: «xāylla ya xţi, āʕṭīni bĭnţəç nʀăkkba dəmši, zăʕma, hĭyya lă-ʕʀūsa». mšāṯ. ʕṭāṯa la, ʕṭāṯa la.
dīç əʀ-ʀāžəl, məskīn, mnāyn ʕṭāṯa dīç... ʀăkkbu dīç əl-ʕāyla. dxăl, ğbăʀ l-ʕʀūsa, ġzāla. səbbăʔu băʕda, băʀʀzūha ḏīç əl-lŭwwlĭyya, ġăflāṯu hāyḏāya, hŭwwa ḥăyyəḏ u hĭyya ḥăyydəţ dīk əl-ʕāyla w nəzzləţ lu dīç əl-məlʕūʔa, hĭyya... ʔbīḥa... d hĭyya dyālu. nəzzləṯ hāḏīç. ʀ-ʀāžĭl mnāyn yʕălli l-wžăh d lə-mʀa yṣīb f ən-năwl. mʀăṭ, dğĭnnăn, dğĭnnăn u mʀăṭ, dğĭnnăn u mʀăṭ. ʀ-ʀāžəl lā-ymūṯ, lā-ymūṯ, lā-ymūṯ. dīç əl-hămm mən dīç əl-ʕāyla. bʔāṯ gālsa. ma ʕăndu ši l-ʕăyn lli šăʕṭa fīha, ma šāf fīha, ma ʔʔa ši w mʀăṭ, mʀăṭ.
sāʔəṯ lu lă-xbăʀ hĭyya dīç əl-ʕāyla, dāba, dyālu, dənni hĭyya mzīwna, sāʔəṯ lu lă-xbăʀ bənnu mʀăṭ, mʀăṭ u mšāṯ dăʔʔāṯ f əl-bāb u mšāṯ n ʕăndəm. dāba ma ʔʔāṯ ġa ši ḥŭlla... ḍʕīfa, hāyḏāya māhādka w mšāṯ n ʕăndəm. ma ʔāləṯ ši škūn hĭyya. mšāṯ n ʕăndəm, ṣābəṯ yĭmmāh, māhādka. dăxləṯ n ʕănda, ʔāṯṯ la: «xāylla, āna žīṯ n ʕăndkŭm ḍăyf lī-ḷḷāh». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa, ādxŭl, măʀḥāba bīç». dăxxlāṯa, gəllsāṯa f əl-kūzīna. ṣāb ža lā-dăʔʔi lu l-ḥʀīʀa. ʔāṯṯ la: «āna ʕăndi bni mʀīṭ, nā-năʔʔi lu l-ḥʀīʀa». ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ la: «wāxxa». hĭyya, dīç əl-xwīṯma ḏ kān ʕṭāha, ʕăbbʕāṯa mʕāha. yĭmmāh ḥăyydəṯ hāyda šwīwəš u hĭyya səlləṯ dīç əl-xwīṯma w ʔʔāṯa lu f dīç əṭ-ṭwīṣa ḏ əl-ḥʀīʀa, ʕṭāṯa lu dīç əṭ-ṭwīṣa ḏ əl-ḥʀīʀa. yĭmmāh ʕăbbāṯ lu l-ḥʀīʀa. ma šāfa ši dīç əl-xāṯəm. hŭwwa šʀăb dīç əl-ḥʀīʀa. ṣāb dīç əl-xwīṯma. ʕăʔla, ʕʔăl dīç əl-xāṯəm, ʕʔăl dīç əl-xāṯəm, ʕăyyăṭ n yĭmmāh ʕla škūn mʕāçŭm. ğāṯ hĭyya, ʔāṯṯ lu: «ma mʕāna ḥădd, ġa wāḥ əl-ʕāyla wāha..., wāḥ əl-ʕāyla žāṯ n ʕăndna, hāy[8] gālsa f əl-kūzīna». ʔāl la: «ʔūl la dği n ʕăndi w nšūfa». ʔāṯṯ lu: «a wŭldi, š māš dăʔʔi bīha?» ʔāl la: «ʔul la dği n ʕăndi nšūfa». dăxləṯ n ʕănda, ʔāṯṯ la: «bni yʔūl ləç dği n ʕăndu yšūfəç». mnāyn dăxləṯ, ʕăʔla, ʕʔăl l-xāţəm dyālu d ʕṭāha w ʕʔăl dīç əl-ʕāyla. ʔāl la zăʕma: «škūn nţi?» ʔāṯṯ lu: «ha škūn āna w ha kīf u ha kīf u ha kīf», ʕāwdəṯ lu dāba. ʔāl la: «w āmši f ḥāləç, ha āna māš nği nxăṭbəç». ssʀāḥ, ma bʔa ši mʀīṭ, ssʀāḥ u mša yxăṭba mən bābāha. āxʀa mšāṯ f ḥāla, d kāṯṯ kăḥla mšāṯ f ḥāla. huwwa xăṭba w ʔʔa la l-ʕŭʀs u ʕăbbāha. məzyāna l-xʀāfa?... āʔʀāha nţīna, āʔʀāha.
[1] ʔāləṯ > ʔālṯ > ʔāṯṯ. Cf. § 2.16.2.
[2] Expresión cuyo sentido es que tenía mucho dinero.
[3] Es decir, ʕănda. Se trata de un caso aislado de imāla en posición final y pausal que se debe propablemente a la influencia de otros dialectos sobre el áCh. Acerca de esto, cf. Vicente, Anjra, pp. 28-29.
[4] Se trata de un eufemismo para evitar decir que se quedó embarazada.
[5] yăġsəl > yăxsəl. Sobre el ensordecimiento de ġ, cf. § 2.8.3.1.
[6] mfəššəša > mfəšša. Acerca de este fenómeno, cf. § 1.5.2.4.
[7] bənţ > bətţ. Cf. § 2.16.2.
[8] ha hĭyya > hāy. Cf. § 19.5., apartado c).