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Notas
Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Pendiente de transcripción musical.
Bibliografía
IGRH: 0176
Otras versiones de "El quintado"
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
GONZÁLEZ, A. (1994). La aparición y El quintado. Renovación y conservación a través del cruce. En D. Catalán, J. A. Cid Martínez y A. Valenciano (Coords.), De Balada y Lírica, 1. 3er Coloquio Internacional sobre el Romancero, vol. 1 (pp. 345-357). Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal – Universidad Complutense de Madrid.
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Transcripción
—¿Qué tienes, marinerito? ¿Qué tienes, que no te alegras?
¿Es que te marea el mar o el humo de la caldera?
—A mí no me marea el mar ni el humo de la caldera,
que el día que me casé me marché para la guerra;
he dejado a mi mujer ni viuda, ni casá, ni soltera.
—¿Tan guapa es su mujer que tanto se acuerda de ella?
—Si usted la quiere conocer, aquí traigo señas de ella—.
Se ha echado mano al bolsillo, se ha sacado la cartera;
el capitán, que la vio, se nos ha enamorado de ella.
—Anda, vete, soldadito; anda, vete con tu prenda,
que sin un soldado menos también ganamos la guerra—.
A las tres de la mañana, tocó el marido a la puerta:
—Ábreme la puerta, sol, ábreme la puerta, estrella,
que por tu cara divina me han dado a mí la licencia.
—La puerta no la abro yo; mi marido está en la guerra.
—Ábreme la puerta, sol, ábreme la puerta, estrella,
que soy tu marinerito, que se ha marchado a la guerra;
por culpa de tu belleza, me han dado a mí la licencia.