La suegra que chupaba la sangre a sus nietos / La socer che succhiav lu sang ai suoi nipoti

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Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1486n

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Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Traducción

Pues, entonces... este..., Anna, la única hija que tuvo este padre que veía tantas cosas, fantasmas, era hija única; la madre tuvo un montón de hijos... Ahora, esto fue a principios del siglo XX. Esto ha pasado de verdad.

Esta madre tenía hijos, ella iba al campo y dejaba a su suegra en casa. La madre le daba de mamar al niño o a la niña y la dejaba en la cuna. Pero cada vez que tenía un hijo, se moría. Pues, entonces ¿qué hizo esta madre, esta joven, que tenía hijos y se morían? Un día, ella le dio de mamar a este bebé y se fue, dijo:

—¡Ahora voy a ver qué pasa!—.

Luego la gente también se lo dijo. Fue a ver, ¿y sabes qué hizo? La suegra ponía un pie en un lado, el otro pie en el otro lado, cogía al niño y le chupaba toda la sangre y se moría. Se acercaba y le chupaba [la sangre]. Solo este sobrevivió, el padre de esta Annina. Yo no es que no me lo crea, pero pasaba entonces y pasa ahora también. Siempre han existido estas cosas, pero ahora se cuentan estas cosas, la gente no se las cree, te toman por loco. Pero esto es verdad.

Esto viene del siglo XIX. Antes las madres tenían doce, trece hijos y ha sobrevivido solo uno porque se puso al acecho y enganchó a la suegra. Se dio cuenta de que le había matado a todos los hijos, y este vivió. Pero este no tenía miedo de las bestias, y él, yo me acuerdo de cómo era, era una bestia él también. Era un borracho, vivía en los Bartun, y enfrente estaba la casa.

 

 

Transcripción

Allora, dopo… questo qua…, Anna, l’unic fij c’ha fatt sto padr ca vedev tant cos, fantasmi, era fij unic; la mamm ha fatt tant di quell fij… Mo quess è a lu princip de lu Novecent. Quess è fatto vero.

Scta mamma facev li fij, ess annav in campagn e lantav la suocer a la cas. La mamma gli dava il latte al bambino o alla bambina e la mettev dentro la culla. Ma ogni volta ca facev nu fij, muriv. Allor, mo ch’ha fatt scta mamma, scta giovane, che facev li fij e si murev? Nu jorn, ess ha dato il latte a questo bebé e se n’ha it, ha dett:

—Mo aja vidé picchè!—.

Poi pure la gent l’ha infurmat. È andata a vidé, e li sì ch’ha fatt? La socer mettev nu ped da na parte, nu ped dall’altr, acchiappav il bambino e gli succhiav tutt lu sang e si moriva. Si avvicinava e gli tirava [lu sang]. Solo quell gl’ha campat, lu padr di questa Annina. Ie non è che non ci cred, ma c’era allora e ci scta pur mo. Ha sempre esisctit scte cos, però mo si raccunt scte cos la gent non ci cred, ti prenn pe na matt. Però quess è fatto vero.

Quescto viene dall’Ottocento. Prima le mamm facevn dodici, tredici fij e gl’ha campat un picchè s’è messa alle poscte e ha acchiappat la socer. Ha capit ca gl’ha levat la pelle a tutti i figli, e questo qua è rimascto. Però quescto qua non tenev paura delle besctie, e ess, ie me l’aricord a com’era, era na bestia pure lui. Era un ubriacone, abitava a li Bartun, e ci sctav di front la cas.