Enrique y Lola

Audio

Clasificación

Fecha de registro:
Referencia catalográfica: 1486r

Informantes

Recopiladores

Notas

Este registro ha sido recopilado en el marco del proyecto de I+D (Excelencia) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades “Documentación, tratamiento archivístico digital y estudio lexicológico, histórico-literario y musicológico del patrimonio oral de la Andalucía oriental” (referencia: FFI2017-82344-P), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Pendiente de transcripción musical.

Bibliografía

IGRH: 5129

Otras versiones de "Enrique y Lola"

Alcalá Ortiz (2003: n.º 3912); Alcalá Ortiz (2016: pp. 40-41); Alonso Fernández et alii (2017: n.º 56); Atero Burgos (2003: n.º 275); Barrios Manzano y Jiménez Rodrigo (2002-2003: n.º 107); Benítez Sánchez (1999: pp. 284-285);Benítez Sánchez (2000: p. 282); Checa Beltrán (2005: n.º 45); Díaz (2007: E.12); Escribano Pueo, Fuentes Vázquez y Romero López (1995: n.º 3); Esteve Faubel (1998: pp. 1132-1135); Gómez Garrido (2012: n.º 213); Heredia Menchero (2017: n.º 1018, 1019); Hernández Fernández (2010: n.º 62, 63); Higueras López y Aguilar González (2000: pp. 153-154); Manzano Alonso (2003: pp. 495-498); Mendoza Díaz-Maroto (1990: n.º 178); Moreno Moreno (2016: n.º 194-196); De Mur Bernad (2015: n.º 82); Pimentel García (2020: n.º 619); Piñero Ramírez y Atero Burgos (1986: p. 136); Rico Beltrán (2009: n.º 90); Tejerizo Robles (2007: n.º 456); Trapero (2000a: n.º 150); Trapero, León Felipe y Monroy Caballero (2016: n.º 180); Trujillo Pacheco (2017: n.º 76).

Contaminaciones y engarces

Don Bueso + Enrique y Lola (Rico Beltrán, 2009: n.º 35).

Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.

Transcripción

Eran dos hermanos huérfanos     criados en Barcelona;

el niño se llama Enrique,     la niña se llama Lola.

Cuando Enrique fue mayor,     se ha marchado al extranjero;

pasando barcos y mares,     se ha hecho un gran caballero.

Y allí tiene sus delicias    y allí tiene sus mejores,

tiene todo cuanto quiere    sin acordarse de Lola.

Lola se le va llorando     noche y día por su hermano,

y a la Virgen del Pilar     le reza por encontrarlo.

Y estando un día en la mesa,     le dijo Lola al marido:

—Yo me voy para La Habana;     tengo un hermano perdido.

Tengo un hermano perdido     y allí me han dicho que está.

—Lola, tu gusto es el mío     para La Habana marchar—.

Barcaron embarcaciones,     para La Habana marchó;

alquila una habitación    en la calle de Margallo.

Y, al poco tiempo, la Lola     (y) en el mundo quedó sola;

se ha echado a pedir limosna;    se ha encontrado un caballero:

—Caballero, una limosna,    se lo pido por favor,

que estoy en el mundo sola    sin amparo y sin amor—.

Y el caballero contesta     con cara de sorprendido:

—Siendo tú, mujer, tan guapa,    ¿cómo nadie te ha querido?

—Si estuviera aquí mi Enrique,     ¡ay, Enrique de mi alma!,

sacaría la defensa    por la pobre de su hermana.

—¿Es que se llama usted Lola?     —Lola me llamo, señor.

—Perdóname, hermana mía,     que soy tu hermano el traidor—.

Y allí fueron los abrazos     y allí fueron los delirios,

allí fueron a encontrarse     los dos hermanos perdidos. [Com.]

 

[Com.: La esa la cantaba │ se la compré yo a un hombre que venía, que se ponía allí en aquella │ en esa esquina de enfrente, con una, con una pierna liá, con una pierna liá, y entonces, por una papa, por un trocico de pan, pos nos daba la canción. Y entonces, yo, pues siempre m’ascondía en casa de mi madre porque no había, no, no había, si es que no teníamos ni pa comer, yo juntaba un cuscuño pan y me, y me daba la canción. Y entonces, pues yo me la, me la aprendía.]

Resumen de "Enrique y Lola"

Dos hermanos huérfanos se separan. Enrique se marcha a La Habana, donde se hace rico, y Lola se queda en Barcelona. Transcurrido un tiempo, con el fin de mitigar su soledad, la muchacha decide aceptar la petición de matrimonio de un hombre. Un buen día, le propone a su marido marchar a La Habana para buscar a su hermano. Sin embargo, una vez allí, su marido contrae las fiebres amarillas y muere a los pocos días. Ella queda pobre y se ve abocada a la mendicidad. Cierto día, pide dinero a un señor acaudalado, que le promete socorro si acude a su casa. Una vez allí, intenta propasarse con la joven, pero se detiene en seco cuando ella pronuncia el nombre de su hermano. Entonces él le pregunta si se llama Lola. Ambos se reconocen y se abrazan.