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Notas
Esta versión, transmitida en cabileño, ha sido traducida por Óscar Abenójar.
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Transcripción
Traducción
Lella Harzi Moussa[1]
plantó su jardín y crecieron flores;
se rebozó en ellas y se puso un vestido.
Con un palo de olmo[2] se pintó los labios.
Miró hacia el cielo y se le pintaron los ojos.
Cruzó el río y se puso zapatos.
Subió por una cuesta y montó en una mula.
Entonces pasó por allí el chacal y le dijo:
—Lella Harzi Moussa ¿de dónde vienes?
—¡Ah, pues yo, lella Harzi Moussa,
planté un jardín y crecieron flores!
Me rebocé en ellas y me puse un vestido.
Miré al cielo y se me pintaron los ojos.
Con un palillo de olmo me pinté los labios.
Crucé el río y me puse zapatos.
Subí por la cuesta y me monté en una mula—.
Entonces el chacal se fue:
Plantó un jardín y crecieron espinas.
Se rebozó en ellas y le salió una chepa.
Con un palillo de olmo se dejó un solo diente.
Miró hacia el cielo y se quedó ciego.
Cruzó el río y se rompió el pie.
Subió por la cuesta y le salieron hemorroides.
[1] Lella Harzi Moussa (o “señora Harzi Moussa”): apelativo de la perdiz en este cuento.
[2] Con un palio de olmo / me pinté los labios: hasta hace unas décadas en las regiones rurales de la Cabilia las mujeres se pintaban los labios con la savia de las hojas del olmo y se enrojecían las encías con ramitas de nogal.