Audio
Clasificación
Informantes
Recopiladores
Notas
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Transcripción
Traducción
Mi suegra contaba historias de bandidos que estaban siempre ahí arriba... pero que un día fueron a vender a L’Aquila y tenían ovejas, iban a ir a vender las ovejas y entonces ellos tenían miedo de estos bandidos que estaban que salían y se hizo de noche y entonces dice: “¿Y ahora qué hacemos?”.
Tenían miedo.
Pero ellos tenían una tía que era abadesa de clausura y esta señora... y entonces esta... | que ellos estaban preocupados.
—¿Cómo hacemos para volver? Si pasamos por el puente están los bandidos—.
Entonces la tía dijo:
—No sintáis temor. ¡Id! Yo os confío al arcángel Raffaele—.
Los bendijo la tía. Y la tía dijo:
—¡Id!—.
Venían para acá que venían temblando, dice:
—¡Ahora, no solo estos se quedan con las ovejas, igual nos matan!—.
Mientras que ellos caminaban, que volvían, esto es algo como si hubiera sido un milagro, veían sobre el rebaño que había luna. Sobre el rebaño que llevaban. Lo que habían vendido, lo habían vendido, lo que no, volvía, o lo que ellos habían comprado, por ejemplo: vendieron las ovejas y compraron un ternero, u otra cosa. Mientras venían para acá, veían un cartoncito blanco que volaba sobre ellos. Pasaron sobre el puente, no había nadie. Estaba libre. No encontraron a nadie.
Cuando llegaron aquí, cuando llegaron a Vittorito, era de día.
Ellos fueron a guardar el ganado. Encontraron la estampita. En ella estaba representado el arcángel Raffaele, al que los había encomendado la tía. Y los había liberado de los... | Esto pasó.
Había una estampita pequeña, y eso, con la figura del arcángel Raffaele, volaba sobre ellos.
[…]
—Y decía mi padre —contaba mi suegra—: Veíamos siempre este papel que revoloteaba como... —dice—. ¡Qué es este papel! Y el viento no sopla ¿y este papel cómo podía volar?—.
Hasta que llegaron a casa. Después vieron esto del arcángel Raffaele.
La protección que les dio la tía porque ellos tenían una tía monja, abadesa de clausura, en L’Aquila. Habían ido a vender las ovejas, tenían una cosa de ovejas.
Había luna llena. Cuando hay luna llena se ve todo claro... Y entonces salen también las cosas malas.
¶
Transcripción
Mia suocera raccontava di briganti che steven sempre sopr ell… però che un giorno son andate a vende a L’Aquila e avevano le pecur, evn it a venn le pecur e allora loro avevano paura de de sti briganti che steveno che scivano e si fece notte e mo dice: “Mo come facciamo alle cose?”.
Avevano paura.
Invece, loro ci avevano una zia che era badessa alla clausura e questa signora… e questa allora… | che loro erano preoccupati:
—Come facciamo per tornare? Se passemm sopr u ponte ci stann i briganti—.
Allora la zia disse:
—Non avete timore. Andate! Io vi raccomando all’arcangelo Raffaele—.
Li benedisse la zia. E la zia disse:
—Andate!—.
S’avvicinevn vers ecc che loro tremavano, dice:
—Mo, non solo questi ci si pijn l pecure, è capace pur ammazzà!—.
Mentre che loro camminavano, che tornavano, queste è una cosa come si fosse stato un miracolo, vedevano sopra il gregge che c’era la luna. Sopra il gregge che portavano. Quello ch’avevano venduto, l’avevano venduto, quello che non, ritornava, oppure la robba che loro avevano comprato, per esempio: hann vennut le pecore e hanno comprato u vitello, o un’altra cose. Mentre tornavano giù, vedevano un cartoncino bianco che volava sopra di loro. Son passate sopra u pont, non c’era nessuno. Era libero. Non c’hanno truvat nient.
Quando son tornate qui, quando son arrivate a Vittorito, era giorno.
Loro hanno it a rimette il bestiame. Hanno trovato il cartellino. Lì ci era raffigurato l’arcangelo Raffaele che aveva raccomandato la zia. E aveva liberato dai… | Questo è successo.
C’era un cartellino piccolo, le cose, con la figura dell’arcangelo Raffaele, volava sopra di loro.
[…]
—E diceva mio padre —raccuntev mia suocera—: Vedevamo sempre sta carta che girava come… —dice—. Che è sta carta! E o vento non tira e sta carta come vulev volà?—.
Finchè son tornati a casa. Dopo j’hanno trovato sta cosa l’arcangelo Raffaele.
La protezione che gli ha dato la zia perchè loro tenevano una zia monaca, badessa alla clausura, a L’Aquila. Erano jt a venn le pecur, tenevano una cosa di pecore.
Era la luna piena. Quando è la luna piena è tutto chiaro… e allora iescn pur i malesser.