La madre aparecida en sueños / La mamma apparsa in sogno

Audio

Clasificación

Informantes

Notas

Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Transcripción

Yo cuando murió mi marido, yo estuve cuatro meses sentada en el sillón, no me podía meter en la cama porque estaba siempre llorando. ¡Me había quedado sola! Él, mi marido, a mí me adoraba, otro marido... hasta que murió...

—¡Abrázame, bésame! —a mí.

Mi marido tenía 73 años, tenía cinco años más que yo. Hace veinticinco años que estoy sola. Hace veinticinco años que lloro.

No hay nada que hacer. Cuando nace el amor, nace que se quiere de verdad, este amor no muere nunca, no hay nada que hacer. ¿No es cierto? Entonces… | ¿Por qué estaba diciendo esto? ¡Ah!

Yo estaba desesperada, lloraba, no me metía en la cama, no podía hacer nada. Una noche estaba completamente agotada, entonces dije: “Me quiero echar en la cama”. Vestida, así me acosté.

A un cierto punto... | Tú, ahora no sé si en mi casa has… | ¿Tú en mi casa de abajo has estado? Eh, pero no has visto nada. Aquí está la habitación, esto es el pasillo y aquí está el baño, aquí está la ventana del baño, aquí está el pasillo que aquí está el corazón de Gesù. Está la luz y esto es la ventana de mi habitación y yo duermo aquí. Me acosté, eso, que tú... | El corazón de Gesù cuántas cosas me vienen, me vienen al pecho.

Entonces, yo me... | Y eso, lloraba y me acosté. Me vino como sueño así, me eché, a un cierto punto, oigo la voz, oigo que me llaman:

—¡Nelia, Nelia!

—¡Mamá!—.

Mi madre muerta, mi madre muerta.

—¡Mamá! ¡Mamá!—.

Me doy la vuelta y veo a mi madre. Veo a mi madre… Esta es la verdad. Yo estaba aquí, mi madre apoyada aquí. ¿Sabes qué me dijo?

Entonces yo estaba boquiabierta.

—¡Mamá! ¡Mamá!—.

Ella. Me di la vuelta. Veo a mi madre apoyada en la cama a mi lado, así.

—Nelia, no tengas miedo. Estamos todos aquí.

No es que dijo: «Estoy aquí». «Estamos todos aquí». Estaba mi padre, mi madre, mi marido, mi marido y mi suegro y mi suegra. Estaban todos allí.

¿Sabes que después de tres, cuatro días empecé a dormir? Porque Gesù se había cansado de verme llorar. Y yo decía: “¡Señor, ayúdame! ¡Señor, dame fuerzas!”.

¿Y sabes qué me decía la voz fuerte? “La tienes en tus manos la fuerza. Tenía el rosario. ¡Créetelo!

Por eso te digo, solo uno hay, Dios. Y la madre.

Estas no creen, pero yo sí.

 

 

Io quando è morto mio marito, j so state quattre mese assettat alla poltrona, a letto non ci potevo andare perchè stev sempre a piagne. Ev rimast sole! Quij, mio marito, a me m’adorava, un’atro marito... affin che s’è mort…

—Abbraccm, bacm! —a me.

Mio marito aveva 73 ann, cinque ann di più m’aveva a me. So venticinque anni che stieng sole. Son venticinque anni che piagn.

Non c’è niente da fa. Quando nasce l’amore, nasc ch s vuoln ben, non muore mai, non c sta nient da fa. È vè? Mo… | Perchè cià dice quest? Ah!

Ij era disperat piangevo, piangevo, non andavo a letto, non putev i cos. Una notte ero proprio sfinita, allora ho detto: “Mi vuoj allungare a letto”. Vestita, così mi so allungat.

A un certo punto… | Tu mo a casa non so se ci sei… | Tu la casa mia sotto ci sei stat? Eh, ma non sci vist niente. Questo sta la camera, quist è il corridoio e qui ci sta u bagn, ecc ci sta la finestra du bagn, ecc ci sta u corridoj che qua ci sta il cuore di Gesù. Ci sta la luce e quest è la finestra della camera mia e io dormo qua. Mi so allungat, ecc, che tu… | U cuore d Gesú quante cose me ve, me ve proprj n pett.

Allora, io me so… | cos, piangevo e mi so allungat. Mi è venuto come un sonno cuscì, mi so allungat; a un certo punto, sento la voce, sento chiamà:

—Nelia, Nelia!

—Mamma!—.

Mia mamma morta, mia mamma morta.

—Mamma! Mamma!—.

Mi vaj a girà e ved mia mamma. Ved mia mamma… Questo è la verità. Io stavo qua, mamma appoggiata qua. Sai che cosa m’ha detto?

Allora iej ero sbauttita.

—Mamma! Mamma!—.

Lei. M so girat. Vedo mamma appoggiata a letto di lato a me, accuscì.

—Nelia, non avere paura. Stiamo tutti qui.

Non è ch’ha detto: «Sono qui». «Stiamo tutti qui». C’era mio padre, mia mamma, mio marito, mio marito e mio suocero e mia suocera. Erano tutti lì.

Lo sai che dopo tre, quattro giorni ho cominciato a dormire? Perchè Gesù si era stancato di vedermi piagne. E io dicev: “Signore, aiutame! Signore, damm la forza!”.

E sai che mi diceva la voce forte? “Ce l’hai nella mano la forza”. Tenevo la corona. Crede!

Per ciò ti dico, uno solo ci sta, Dio. E la mamma.

Queste non credono, ma io sì.