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Notas
Esta versión, transmitida en cabileño, ha sido traducida por Óscar Abenójar.
Este registro ha sido editado en el marco del proyecto de I+D del Ministerio de Ciencia e Innovación “El corpus de la narrativa oral en la cuenca occidental del Mediterráneo: estudio comparativo y edición digital (CONOCOM)” (referencia: PID2021-122438NB-I00), financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Bibliografía
OTRAS VERSIONES DE ATU 50
Ver referencias completas en Fuentes citadas abreviadamente.
Transcripción
Traducción
Una vez el león, el rey de los animales, se puso enfermo. Al lado del león estaban el erizo y el chacal, que no se llevaban bien entre ellos. Cada uno tenía un clan en el bosque. Se habían repartido el bosque en dos clanes: una parte para el erizo y otra parte para el chacal. Y se tenían mucha envidia el uno al otro.
Un día el león se puso enfermo y le pidió consejo al chacal. Entonces el león le dijo:
—Necesito una medicina—.
[Y dijo] el chacal:
—Tendremos que pedirle al erizo que te ayude—.
Y como el chacal y el erizo no se llevaban bien, el chacal le dijo [al león]:
—Tienes que beberte la sangre del erizo para ponerte bueno—.
Entonces el león se fue a ver al erizo y le dijo:
—Erizo, necesito tu sangre para ponerme bueno—.
Y el erizo le dijo:
—De acuerdo, pero ¿quién te ha dicho eso?—.
El león le respondió:
—Pues el chacal.
—Pues sí, es verdad. Necesitas mi sangre. Pero hay que mezclarla con el cerebro del chacal—.
Entonces el erizo se hizo una herida para darle un poco de su sangre al león. Y el león cogió el cerebro del chacal. Y para eso tuvo que matarlo.